Comme il faut!
Por Lilvia Soto
I
En la Casa de Velázquez
con esmero y precisión
los jardineros
podan
las magnolias gigantescas
los laureles victoriosos
las avenidas de rosales.
Los jardineros
limpian
la fuente en el claustro
y las cascadas que
gráciles
caen en el estanque de los lirios.
Los jardineros
se sienten
orgullosos de mantener su reino
comme il faut!
Los hispanistas franceses
se pasean por los jardines
de la Casa de Velázquez.
A la distancia admiran
su belleza versallesca.
En el parque
no hay bancos.
Los hispanistas
no se sientan
no conversan.
Son silentes.
Comme il faut!
II
La comida, en famille
se sirve a las 2:00.
Los artistas llegan
a las 2:00.
Comme il faut!
Cuando una hispanista americana
se presenta con retraso
¡esta gente del mañana!
la maitresse d’
madrileña y orgullosa
de ejercer
en la milicia de Velázquez
la regaña.
Comme il faut!
III
En la Casa palaciega
escenario majestuoso
para dignos cuadros
y esculturas
no se escucha ni un sonido.
Comme il faut!
En los jardines
desiertos
en los pasillos
en sombras
los fantasmas de Molière
Goya, el Greco, Berruguete
Góngora, Poussin, Quevedo
Jean Goujon
Martínez Montañés
y el gran manco de Lepanto
se sonrojan
del silencio sepulcral
del cementerio de Velázquez.
Comme il faut!
Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.