mastines y maestros/ actualización de Fuga de la muerte. Lilvia Soto

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mastines y maestros

actualización de Fuga de la muerte

 

 

Por Lilvia Soto

 

 

 

Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro

          venido de Alemania

grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como

          humo en el aire

y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí

Paul Celan, Fuga de la muerte

 

 

 

grita sonad con más tristeza para la danza,

más tristeza para la muerte

 

y los palestinos danzan

entre las balas de plomo cuando canta el gallo

frente al muro de hierro y acero en pleno sol radiante

al atardecer danzan frente a las cámaras de las torres

en la noche sin luna danzan para engañar el hambre

 

danzan entre los misiles en la aurora

entre las nubes de fósforo blanco al mediodía

entre los escombros cuando se pone el sol

entre los cuerpos a la hora de los cuerpos

 

y los israelitas silban a sus mastines

silban a sus palestinos

 

los palestinos danzan

en el camino entre las bombas

cargando al hijo herido

rezando en el hospital sin agua

entre los cuerpos a la hora de los cuerpos

 

la muerte es un maestro

el maestro venido de América

enseña a los israelitas a silbar a sus palestinos

enseña a los colonos a ocupar las casas robadas

la tierra robada

la promesa robada

 

la muerte es el maestro venido de América

les enseña a mandar a sus nativos al desierto

cargando a su hijo herido

sosteniendo a su padre moribundo

entre el polvo que levantan sus sandalias

en su sendero de lágrimas

 

cuando cesa el tamborileo

con el estómago vacío

la lengua seca

el corazón hecho nudo

en silencio marchan los nativos

entre el polvo que levantan sus sandalias

entre los cuerpos a la hora de los cuerpos

 

cuando calla el delicado laúd

en su sendero de lágrimas marchan

los nuevos judíos errantes

los nuevos nativos

que en tierra ajena buscan

un metro de arena

para cavar su tumba

 

y los israelitas silban a sus palestinos

azuzan a sus mastines

 

en el silencio de la dulce flauta

los hacen cavar una tumba en el aire

una tumba en las nubes

una tumba en las dunas

y en la arena

entre los cuerpos a la hora de los cuerpos

 

 

 

Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.

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