La misma de siempre
Por Leticia Herrera
renuncio
ya lo intenté
lo juro
perseguí con denuedo
el atuendo de señora
arrumbando mis aires de clochard
mi pretensión de enfant terrible
dejé de beber alcohol por las mañanas
o las noches
dejé de buscar el amor de los hombres
dejé de llamar de convocar de pedir
de hacerme la aparecida en la vida de alguno
dejé de decir todo lo que pienso
de quien lo pienso y me volví discreta
humilde sosegada prudente sobria
dejé la terapia y las pastas
busqué a Dios
pedí consejo
escuché y leí con atención
del opus dei
los legionarios
la acupuntura
el fin del mundo
la meditación
el ascetismo
las piedras los astros
y nada me ha conmovido
nada he podido acallar
mis hambres
me sigo siendo yo misma
seguí pensando en voz baja
las mismas atrocidades
las mismas bajas pasiones
los mismos enojos
el mismo cinismo
la misma incredulidad
brotándome por los cabellos
y porque de nada sirve
apacentar un girasol
y porque de nada sirve degollarme
si pienso con la entraña
es que vuelvo de mí hacia mí
con todas las nuevas ideas
revoloteando
mientras hago el amor
Leticia Herrera poeta, promotora cultural, editora, maestra universitaria, ha publicado una selva de libros, entre ellos: Pago por ver (1984), Canto del águila (1985), Poemas para llorar (1993), Caracol de tierra (1996), Vivir es imposible (2000), Hace falta que llueva (2002), Poemas incompletos 1984 – 2006 (2006), Solo digan que fui (2011), Celebración del vértigo (2011), Palabras roncas (2016) y Poemas escogidos (2019). La Universidad Autónoma de Nuevo León le entregó el Premio de las Artes 2011. Es directora de Ediciones Caletita.