Foto Pedro Chacón
Una lágrima
Por Gustavo Hirales Morán
Lloro una lágrima
por lo que no fui:
Restos de aventuras
que jamás emprendimos;
viajes que no alcanzamos a imaginar.
Desprovistos de sueños, preguntando
para qué tanta jodida libertad…
Dejados de la mano de Dios y de casi
cualesquiera otras manos,
sin dinero en la bolsa
ni alegría en el corazón…
Ambigua edad de solitarias uñas,
rápidos derrumbes y desamorados
días interminables.
Cómo alegar ahora que todo
pudo ser mejor, más vivo,
aún más arduo…
En ciudades de tránsito
buscamos una cueva
para seguir fingiéndonos
extraños y puros.
No fuimos verdaderos ni en
las borracheras
que jurábamos serían “a morir”.
Las mujeres flotaban inasibles
al lado,
sin un líquido orgasmo
que fluyera la pena…
¿Algo intentamos socavar a fondo?
Aún el guiño de la maldad era superfluo.
Y en este basurero de los años fuimos
tirando la juventud…
Desde luego acariciamos
vagas esperanzas,
y montamos desvergonzadas muestras
de buenos sentimientos. Mas
no hubo humor
ni voluntad o encono
para alcanzar siquiera un mediano éxito…
Alguien de todos fue más desafecto,
se quedó en un rincón del aire,
sin más raíces que mi nombre propio,
y mi sonrisa oscura…
Gustavo Hirales Morán, escritor mexicano, ha publicado La Liga 23 de Septiembre, orígenes y naufragio, Memoria de la guerra de los justos, El complot de Aburto, Camino a Acteal, Chiapas, otra mirada y Siempre de nuevo. Escribe también periodismo en El Nacional y Unomásuno, Nexos y Etcétera.