Vuelve el amor y aviva la viva llama
Por Gustavo Hirales Morán
Vuelve el amor y aviva
la viva
llama del corazón.
Brasas, viento, ceniza,
tiempo de loco amor…
Ingobernable crece
a bocanadas;
entra a saco, feroz,
y lo revuelve todo:
Almas, sábanas, cama…
Ahora se disipa
el acre humo negro,
empieza su periplo
el enamoramiento.
Qué revuelo de dedos,
qué extrañeza de cuerpos
(qué imantado/ irisado
deseo de los cuerpos);
se vivía como en vilo
el pobre loco amor
antes del desconsuelo…
Vuelve el amor y humean
la fogata y las brasas
del deseo:
Ahora tiemblo
solo de remontar
en la memoria el vuelo…
El dulce amor
no siempre es dulce.
Es como una débil
llama dulce un momento…
No es el amor el duelo.
Su fin, su escasa luz
(¡su ausencia!),
su inevitable olvido,
su cruel indiferencia.
Pero que más amor
arrase cuantas cenizas
cuanto
humo negro.
Arrásenos el dulce amor
Hasta en el sueño…
Gustavo Hirales Morán, escritor mexicano, ha publicado La Liga 23 de Septiembre, orígenes y naufragio, Memoria de la guerra de los justos, El complot de Aburto, Camino a Acteal, Chiapas, otra mirada y Siempre de nuevo. Escribe también periodismo en El Nacional y Unomásuno, Nexos y Etcétera.