¿Terminó El maleficio? Aracely Sánchez Ruiz

Collage de Aracely Sánchez Ruiz

Yo opino/ la columna de Aracely

¿Terminó El maleficio?

 

 

Por Aracely Sánchez Ruiz

 

 

Nunca me han gustado esos finales en los que, cuando crees que el bien ya triunfó sobre el mal, en la última escena el más inocente de los mortales abre los ojos y el demonio se asoma desde lo profundo.

Y es que así terminó el domingo El maleficio, la serie de Televisa que se transmitía por Las Estrellas en el horario estelar de las 21:30 horas.

Pero vamos por partes. Todo comenzó el siglo pasado, en los años 80, cuando don Ernesto Alonso tocó por primera vez en telenovela el tema de la brujería y el ocultismo, con una historia de Fernanda Villeli que él mismo produjo y protagonizó.

Recuerdo como si fuera ayer la primera escena del capítulo 1, emitido el lunes 7 de febrero de 1983, en el mismo horario.

Era la época colonial, un hombre caminaba por la calle en la oscuridad de la noche cuando otro individuo se le acerca y le pregunta qué hora es. Cuando el primero dice “las once”, el segundo le responde: “dichoso usted que sabe la hora en que va a morir” y ¡zas!, le asesta una puñalada en el corazón.

El perpetrador no es otro que el personaje del icónico retrato que Enrique de Martino (Ernesto Alonso), en la época actual (pero de 1983, por supuesto) guarda bajo llave en un lugar secreto de su despacho.

El maleficio contaba la historia de Beatriz (Jacqueline Andere), una viuda dedicada a la crianza de sus hijos Victoria (Erika Buenfil) y Juan (Armando Araiza), quien conoce a Enrique de Martino e hipnotizada con sus atenciones se casa con él.

Sus vidas se alteran al mudarse a la mansión del poderoso millonario, donde conviven con los hijos de este: el perverso Jorge (Humberto Zurita), el dulce pero confuso César (Sergio Goyri) y el enigmático Raúl (Sergio Jiménez).

Beatriz descubre la perversidad de su marido, que ha sido capaz de empujar a su primera esposa (Norma Herrera) al alcoholismo; en tanto que la atmósfera maligna que rodea a Enrique despierta en Juanito poderes paranormales.

Poco más de 40 años después, José Alberto Castro, especialista en refritos, por cierto, “reinicia” la historia (así le dicen ahora a lo que Wikipedia define como un “relanzamiento con inflexión…” ¡ándale pues!

Pues bien, en esta versión actúa Marlene Fabela como Beatriz, una agente de seguros (creo recordar), madre de Vicky (Sofía Castro) y Juanito (Kaled Acab), quien al quedar viuda se cierra al amor, pero cuando conoce a Enrique de Martino (Fernando Colunga) de inmediato se siente atraída ¿y quién no? Digo yo.

En este caso, Enrique solamente tiene dos hijos: por un lado está Raúl, el mayor, introvertido y sensible, quien se niega a seguir los pasos de su padre; y por el otro está Jorge, ambicioso, mujeriego y ansioso por demostrar que está listo para tomar el lugar de su progenitor en la organización, que en realidad es una secta secreta que adora al demonio. Ellos son interpretados por Adrián di Monte y Julio Vallado, respectivamente.

En esta última semana (debo confesar que solo vi los cinco primeros capítulos y los 70 de en medio no) Enrique se ha dado cuenta que entregar su alma sí le dio todo el poder, pero a cambio le quitó la posibilidad de amar. Arrepentido, está dispuesto a disolver la organización para hacerse merecedor del amor de Beatriz.

Pero el ente maligno no está dispuesto a perder, no señor, la lucha entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal es encarnizada y no hay sobrevivientes.

Y cuando pensábamos que con la muerte de Enrique de Martino y de todos los miembros de la organización (incluido Jorge) todo había terminado, resulta y resalta (como dicen últimamente, no sé de dónde lo sacaron) que no.

Entre las cenizas del lugar donde se reunía la organización, Darío (Rafael Inclán), el fiel mayordomo de Enrique, recoge el cuadro a través del cual se manifiesta el ente diabólico y le dice que él va a protegerlo.

Mientras tanto, después de una cena con su madre, su tía, Vicky y Raúl, que ya son novios, Juanito sube a su cuarto jugando con un balón de futbol, se sienta en la cama y dice: “ya sé dominar el miedo”, sus ojos se tornan completamente oscuros y aparece la palabra FIN.

 

PD: El maleficio marcó el regreso de Fernando Colunga a Televisa después de ocho años de ausencia. Su novela anterior fue Pasión y poder, también con Marlene Favela. Y, por otro lado, Jacqueline Andere, quien protagonizó la primera versión, hace en esta última el papel de la tía de Beatriz.

 

 

 

 

Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.

 

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