La penitencia. Lilvia Soto

La penitencia

 

 

Por Lilvia Soto

 

 

Las mujeres se peinan

hasta sangrar.

‒David Ray, Fascismo otra vez

 

 

Danzando en la calle

o solos en sus celdas,

para matar el demonio en su alma

los hombres salmodian y golpean su pecho.

 

Con látigos, cadenas y espinas,

se pegan,

cubren su penitencia con un cilicio.

 

Antes de que sanen sus heridas

se flagelan otra vez.

 

Ahora las mujeres se cardan el cabello

y no tienen cilicio

para cubrir su penitencia.

 

Con más ahínco cada día,

se cardan

pues el demonio les susurra

que podían haber arrojado

a su hijo guerrero

desde el muro.

 

De mi nuevo libro, Lies of an Indispensable Nation: Poems About the American Invasions of Iraq and Afghanistan.

 

 

 

 

Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.

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