Hay días como hoy, el viento sopla allá afuera
Por Sergio Torres
Hay días como hoy, el viento sopla allá afuera, estoy solo en la cama, he despertado tal vez demasiado temprano pero hace horas que el sueño se fue de mí. La madrugada cede su espacio a la mañana, mañana de nubes y viento y frío, de tomar el café solo, porque tú estás quién sabe dónde, quién sabe con quién, haciendo quién sabe qué cosas y yo te extraño en medio de una melancolía inagotable, meliflua. Escribo aún en la cama, el sol comienza a asomarse y el polvo en el ambiente regala un amanecer dorado. Todo sigue girando y tú no estás aquí. Bebes café de otras tazas y amas a otros con la misma pasión con que te entregas a perseguir el futuro. No sé si eres la que ya se fue o la que vendrá, solo sé que me faltas aquí, en el hacer el amor nuestro de todos los días, en la exasperante rutina de chocar nuestros mundos mientras construimos otro completamente nuevo, nuestro mundo, donde el amor es caldillo de papás y pasarte la sal sin que la pidas y comprarte una flor cualquier día.