Collage de Aracely Sánchez Ruiz
Yo opino/ la columna de Aracely
¡Jesús, María… y José!
Por Aracely Sánchez Ruiz
El título de hoy corresponde a una expresión de sorpresa que escuché muchas veces decir a mi mamá y a mi abuela. Y viene al caso porque este martes 19 de marzo el santoral marca la celebración de José de Nazaret, esposo de María y padre de Jesús, por lo que en países como Andorra, Bélgica, Bolivia, Croacia, España, Honduras, Italia, Liechtenstein, Marruecos, Mozambique, Portugal y una región de habla italiana en Suiza es el Día del Padre.
El nombre de José es de origen arameo y significa “Yahveh añadirá”, así lo explica el Génesis cuando describe el nacimiento de José, hijo de Jacob: …se acordó Dios de Raquel, oyó sus ruegos y le dio el ser fecunda. Esta concibió y, al dar a luz un hijo exclamó: “Dios ha quitado mi vergüenza”. Y le puso por nombre José, ya que decía: “¡Ojalá que Yavé me dé otro hijo!”
José fue el hijo favorito, por eso su padre le regaló una colorida túnica que fue la envidia de sus hermanos, ¿has visto José el soñador? “…amarillo, verde, azul, café, naranja, morado, rojo, salmón, plateado, negro, rosado, marrón, durazno, violeta, pistacho, rubí, dorado, turquesa, blanco, limón, oliva, fiusha, mostaza, carmín, púrpura, lila, ocre, gris… ¡ups! Perdón, me emocioné.
José de Nazaret aparece en los evangelios de Mateo y de Lucas como descendiente del rey David. Lucas narra que José aún vivía cuando Jesús tenía doce años, pero ningún evangelista lo menciona después, por lo que se presume que ya había muerto antes de que Cristo iniciara su ministerio público.
Era carpintero, por lo que hoy también celebran su día quienes se dedican a este noble oficio y, como soy hija y hermana de carpinteros, pues hoy dedico mi columna a mi papá, a Poncho y a Make.
Y es que, cómo olvidar el olor a madera cuando don Alfonso tenía el taller en la casa de la 26ª y jugábamos con los muebles que él fabricaba con sus manos, que ya habían perdido un dedo por una sierra. Mis hermanos seguramente recordarán aquella gran lancha (éramos tan pequeños que nos parecía enorme) que construyó para el señor Pinoncelli, o aquella caseta de taxi que estuvo un tiempo frente al portón, que nos sirvió de “base de operaciones” y hasta foto nos tomamos con los vecinos.
Volviendo a los antecedentes bíblicos, está José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero veladamente, por miedo a los judíos, quien reclamó el cuerpo de este para enterrarlo en un sepulcro vacío que había en un huerto cercano al lugar de la crucifixión.
Pero, ¿sabes de dónde viene el diminutivo de Pepe? ¿No? Pues dice Wikipedia que la hipótesis más plausible se basa en una traducción de Josephus y que originalmente era Josepe, al igual que el nombre italiano Giuseppe, este se redujo a “Pepe” por cercanía fonética. Pero la tradición lo explica como las siglas de Pater Putativus, o padre putativo, que nooo, no es un insulto, de acuerdo con El Pequeño Larousse, “…se dice del familiar que se considera legítimo, sin serlo”.
Pero en fin, como lo mío, lo mío, no es lo bíblico, sino el arte, la cultura y el espectáculo, pues hoy te hablaré de Josés famosos.
Y el primero que viene a mi mente es un humilde carpintero, fuerte y musculoso, con pantalón de pechera, camiseta a rayas y el lápiz en la oreja (como mi “apá”), cantando: … amorcito corazón yo tengo tentación de un beso (aquí es donde cierras los ojos y te imaginas a la Chorreada chiflando: tururururú)… mientras arma un barandal. Te estoy hablando del personaje de Pedro Infante en la trilogía de Ismael Rodríguez: Nosotros los pobres, Ustedes los ricos y Pepe “El Toro” que, por cierto, ¡eees iiinoooceeenteee!
¡Sorry! Me resbalé otra vez.
En este punto me regreso en el tiempo para mencionar al grabador, ilustrador y caricaturista hidrocálido José Guadalupe Posada, cuyos dibujos de escenas costumbristas y folclóricas criticaban la política y la sociedad de principios del siglo pasado. ¿Quién no ha visto alguna vez esa calavera garbancera elegantemente vestida, con su gran sombrero adornado con plumas, mejor conocida como La Catrina?
¡Vámonos a las Antillas! ¿Te suena: “Cultivo una rosa blanca en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca…? Pues es parte de un poema de José Martí, ni más ni menos que el iniciador del modernismo literario en Hispanoamérica. Fue un ensayista, filósofo, periodista y político habanero (como los chiles y las galletas), fundador del Partido Revolucionario Cubano y uno de los líderes de la guerra de independencia de su país, ¡belicoso, pues!
De vuelta en México, el jalisciense José Clemente Orozco se interesó en el arte inspirado por la obra de su tocayo Posada y destacó en la caricatura, la litografía y el muralismo. Seis décadas después de su muerte, el Museo de Arte Moderno de Nueva York abrió en su honor una exposición retrospectiva, la tercera de un artista mexicano y la sexta de un latinoamericano, después de Diego Rivera (1931), Cándido Portinari (1940), Roberto Matta (1957), Manuel Álvarez Bravo (1997) y Armando Reverón (2007). Uno de sus más valiosos trabajos es El hombre en llamas, pintado en la cúpula de la capilla mayor del Hospicio Cabañas, en Guadalajara.
En el mundo de la música tenemos al cantante y actor venezolano José Luis Rodríguez, a quien conocí en la telenovela Una muchacha llamada Milagros, donde la escritora Delia Fiallo se inspiró en Mi amigo el puma, un tema pegajoso que sonaba en la radio allá por 1973, en la voz de Sandro de América, para crear el personaje de un hombre enigmático apodado precisamente El Puma, como se le conoce desde entonces.
Al otro lado del “charco” nos encontramos con uno de los compositores españoles más prolíficos, José Luis Perales, autor de éxitos como Un velero llamado libertad o ¿Y cómo es él? Sus letras son poemas de amor, nostalgia y paz. Ha realizado 27 producciones musicales, tiene más de 510 canciones registradas en la Sociedad General de Autores de España y ha vendido más de 55 millones de discos.
Igualmente de la Madre Patria es el cantante, compositor y director de orquesta José Carreras, reconocido por sus interpretaciones en óperas de Gaetano Donizetti, Giacomo Puccini y Giuseppe (otro José) Verdi, así como por formar con Plácido Domingo y Luciano Pavarotti el proyecto musical Los Tres Tenores, con el que recorrieron el mundo entre 1990 y 2007. El 23 de agosto de 2015, el barcelonés cerró el 11º Festival Internacional Chihuahua, acompañado de nuestras tres orquestas más importantes: la Filarmónica del Estado, la Sinfónica de la Universidad Autónoma de Chihuahua y la Sinfónica de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Y en México no nos quedamos atrás, tenemos voces maravillosas como la de José Rómulo Sosa Ortiz, quien al convertirse en cantante decidió tomar el nombre de su padre (que a fin de cuentas era el suyo) y hacerse llamar José José. Comenzó su carrera tocando la guitarra y llevando serenatas, pero su gran oportunidad como solista fue en 1970, cuando participó en el II Festival de la Canción Latina, donde a pesar de su extraordinaria interpretación de “El triste” de Roberto Cantoral obtuvo solamente el tercer lugar, provocando protestas del público contra el jurado.
Y así llegamos a Chihuahua, tierra de don José Fuentes Mares, escritor, filósofo, historiador e historiógrafo, especializado en el México del siglo XIX. Su principal novela es Y México se refugió en el desierto, sin embargo, su obra es vasta y analiza a detalle múltiples temas. Obtuvo la licenciatura en derecho y el doctorado en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Impartió conferencias, cursos y seminarios en centros de estudios superiores dentro y fuera del país. Fundó y dirigió el periódico Novedades de Chihuahua y trabajó como comentarista del noticiero televisivo 24 Horas, con Jacobo Zabludovsky, en los años setenta.
Y del estado grande es el maestro José Lucero, pintor nacido en San Francisco de Borja, quien descubrió su vocación desde temprana edad. Estudió en el Instituto de Bellas Artes (hoy Facultad de Artes) de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde adquirió el lenguaje plástico como forma de expresión, que después llevó a la docencia. Actualmente está jubilado después de 30 años de dedicarse a la enseñanza.
Así que si te llamas José, eres papá o te dedicas a la carpintería recibe un fuerte y apretado abrazo, y ¡muuuchaaas felicidades!