José Agustín- Vargas Llosa y los críticos. Leoncio Acuña Herrera

Columna de Acuña

José Agustín- Vargas Llosa y los críticos

 

 

Por Leoncio Acuña Herrera

 

 

A José Agustín lo conocí en Guadalajara allá por 1982.83. Había leído yo De perfil, por un compañero que me lo regaló, y me encantó su estilo desenfadado y rebelde.

Por cierto que en aspectos de la política se refirió muy mal al entonces “Miguel de la mierdita”, (sic) y dijo que había un crítico literario “chavísimo”, muy bueno, que se llamaba Christopher Domínguez.

Justo esto me hizo reflexionar hace poco que por un buen escritor abundan como 20 críticos de esa obra y de estos, acaso uno o dos comparables con Christopher Domínguez. Es más fácil criticar que escribir, de hecho.

Incluso el propio José Agustín y otros de su camada, como Gustavo Sainz con  Gazapo y Parménides García Saldaña con El rey criollo, entre otros, considerados como los escritores “de la onda” fueron severamente criticados por algunos expertos de entonces, sin la visión de lo que habrían de aportar a las letras mexicanas.

José Agustín estuvo en un taller de literatura impartido por Juan José Arreola.

De sus libros, en lo personal me quedo con De perfil y Se está haciendo tarde, de los 70’s. Treinta años después leí Ciudades desiertas, pero no me dejo el mismo sabor que el primero, con el que me inicié como lector apasionado.

Creo recordar que al escritor, quien se luego se fue a vivir a Cuautla, donde abrió precisamente un taller de literatura, en su juventud lo agarraron con un buen cargamento de mariguana.

También hizo una reseña muy buena sobre Lennon en la revista Rolling Stone.

Recientemente se publicó que el escritor había recibido la extremaunción de parte de un sacerdote católico zapatista, amigo de la familia. Su hijo, el autor del adelanto de la salud de su padre, quiso tardíamente borrar el Facebook pero terminó aclarándolo.

Mucha agua ha corrido desde aquellas primeras lecturas de José Agustín.

Como mucha agua bajo el puente de Conversación en La catedral que me cimbró como lector y que también ha sido objeto de la crítica, pero no por la calidad de su magna obra, de la cual nadie duda, sino por sus posturas políticas, lo que tampoco tendría por qué venir al caso.

EL tema también viene a cuento porque en el diciembre pasado Mario Vargas Llosa se despidió como columnista en El País, dio un último consejo a los jóvenes que se inician el periodismo: que defiendan su libre conciencia de la política editorial de sus medios. Nada menor el consejo, viniendo de un escritor que se inició en el periodismo radiofónico peruano.

Ahora el Premio Nobel de Literatura acaba de escribir lo que se supone su último libro Le dedico mi silencio, sobre un músico peruano, que no he leído, pero pueden encontrar una crítica interesante reciente en el portal digital de Letras Libres de este mes de enero de 2024.

Cierro mi artículo deseando que tengan buenas lecturas en 2024, que si son escritores tengan críticos de la altura de Christopher Domínguez y editores tan abiertos como Jesús Chávez Marín, un auténtico democratizador de las letras en Chihuahua, además de excelente narrador, poeta, editor y compilador.

Y salud por los grande escritores como José Agustín y Mario Vargas Llosa, por igual, qué bueno que no le hicieron mucho caso a sus críticos.

 

5 enero 2024

 

 

 

Leoncio Acuña Herrera, periodista y escritor, es licenciado en ciencias de la comunicación. Ha sido reportero en Novedades de Chihuahua, subdirector editorial de Norte de Chihuahua y jefe de información de El Heraldo de Chihuahua. Actualmente cursa la maestría en periodismo en la UACH.

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