Dintel de Almudena
- Erick… parte 3
Por Almudena Cosgaya
Con un movimiento de manos, Mario abrió lentamente un portal, como desafiando las propias leyes de la realidad. Sin decir palabra alguna, entró y se desvaneció en la oscuridad. Paulina, estaba paralizada, sintiendo un escalofrío que la empujaba hacia atrás. Aquella sensación resultaba familiar.
—¿Me temes? —dijo una voz inquietante y susurrante en oído—. Éramos justo como ellos, quien pensaría que volveríamos a encontrarnos.
—¡Rich! —Paulina contuvo el aliento.
Mientras tanto, en un mundo más allá de la comprensión humana, Mario emergió en un reino arcano. Allí se reencontró con su hermana Airam, la misteriosa guardiana de realidades. Su presencia reflejaba un aura sobrenatural, los ojos brillaban con un conocimiento ancestral.
—Llegaste, hermano —susurró Airam—, bienvenido a este lugar donde los límites de lo posible se desdibujan y las verdades ocultas encuentran su refugio. Pero de eso te has dado cuenta, te observé danzando al compás de la incertidumbre.
Mario sonrió. Se sentía intrigado por las palabras de su hermana, había algo más en juego que la simple curiosidad y la búsqueda de conocimiento. Un destino más grande se cernía sobre él, una profecía olvidada que empezaba a develarse.
—¿En este lugar hay algo que beber?
Airam señaló una mesa con comida.
*
Mientras, en el mundo ordinario, el viento ululaba entre los árboles envolviendo el claro del bosque en un velo de misterio. Paola miró a Erick con expectación, esperando las palabras que cambiarían el curso de la vida.
Eric entrelazó sus manos con las de Paola, sus ojos oscuros brillaban con intensidad.
—Paola —murmuró con una voz cargada de emoción—, desde el momento en que te vi supe que nuestras vidas estaban destinadas a cruzarse, que nuestros caminos estaban entrelazados por algo más allá de nuestra comprensión.
Paola contuvo la respiración, sin apartar la mirada. El bosque parecía estar en suspenso, como si contuviera la respiración colectiva de todos los seres que lo habitaban.
—Eres la luz en mi oscuridad, el faro que me guía —continuó Erick, su voz envuelta en un tono grave—, te necesito, Paola, no solo como compañera en esta lucha contra el destino, sino como mi amor, mi fuerza, mi todo.
Una oleada de emociones recorrió el cuerpo de Paola, sus mejillas se ruborizaron. Los labios temblaron mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas.
— Erick… —dijo su voz, apenas audible —también una conexión que va más allá de lo terrenal. Estoy dispuesta a enfrentar cualquier desafío a tu lado, a luchar por nosotros.
Erick sonrió. Un destello de amor brillando en sus ojos. Acarició la mejilla de Paola con dedos delicados, como si quisiera grabar su tacto en la memoria.
—Paola —pronunció su nombre con reverencia—, ¿te unirías a mí en esta danza?, ¿serías mi novia?
Paola cerró los ojos, sentía el vigor del bosque fluir a través de ella. Luego abrió los ojos y miró fijamente a Erick.
—Sí. Acepto ser tu novia.
Continuará.
Almudena Cosgaya descubrió su gusto por las historias desde niña; hacía fanfics de relatos ajenos, lo cual fue para ella un excelente entrenamiento para escribir luego sus propios cuentos, al darse cuenta de que en algunos de sus relatos de fanfic había creado un personaje que merecía su propia historia. Es autora de poemas y de prosa narrativa. En 2017 publicó su novela La maldición del séptimo invierno.
Que bonito…. Muchas gracias por aserme vibrar.
Me sentí como si estuviera ahí…
Que bonito!!