de trigo y azafrán
Por Lilvia Soto
Para Bárbara Guidera
Camino a Utrera
vía girasolada
mar rosado de adelfas en flor
largas filas blancas
de gráciles
esbeltos
despulgabueyes.
Grazalema
pueblo blanco jaspeado de azafrán
en sus montañas
el Guadalete
el mimado pinsapar.
En la plaza
el Bar Guillermo
y los triates panaderos
en noviembre, bautizo
en junio, primera comunión.
Bajo los naranjos
círculo de manitas
de voces que entonan
naranja dulce, limón partido…
Ana y Andrés
y el corazón de la sonrisa.
En la noche india de Grazalema
una estrella en cada dedo
Bárbara y sus claveles
y los poemas de Gerardo.
Bárbara hacendosa
siembra en su huerto
lechuga, nísperos, hierbabuena
y, junto al muro,
un nopal florecido de amarillo
promesa de jugosas tunas
chumbera e higos chumbos
dice Bárbara.
Bárbara emprendedora
desarrolla en su huerto
clases, programas
un instituto.
Bárbara amorosa
cuida en su huerto
hijos y nietos
estudiantes y amigos.
Bárbara soñadora
mantiene en su huerto
independencia
y amor de patria
de dos patrias.
En Alcalá de los Panaderos
a orillas del Guadaira
Al Kalat Wad Aira
Manolo sube al tren con su borrico
y los canastos del pan
que desayunan los colegiales en Sevilla.
Bárbara y la sonrisa de su nieto Gerardo
María del Águila y la poesía
vino y poesía y la sonrisa de un ángel
comunión de amigas una tarde de junio
en Alcalá de los Panaderos.
Lilvia Soto nació en Nuevo Casas Grandes, emigró a Estados Unidos a los 15 años, reside en Philadelphia, Pennsylvania. Tiene un doctorado en lengua y literatura hispánica de Stonybrook University en Long Island, Nueva York. Ha enseñado literatura y creación literaria en Harvard y en otras universidades norteamericanas. Fue cofundadora y directora de La Casa Latina: The University of Pennsylvania Center for Hispanic Excellence. Fue directora residente de un programa de estudios en el extranjero de las universidades Cornell, Michigan y Pennsylvania en Sevilla, España.