Cuando un villano te hace razonar en Halloween. Viviana Mendoza Hernández

Spread the love

Cine Viv

Cuando un villano te hace razonar en Halloween

 

 

Por Viviana Mendoza Hernández

 

 

Pensé que esta semana mi mayor dilema sería elegir entre dos películas de las que quería escribir, luego de confirmar que el tema mexicano había tomado importancia en Wakanda Forever, y quería tratar de otras películas comerciales que llegan a palomeras.  

Quise aprovechar el tema de este ciclo y compartir una parte de la entrevista con Los Angeles Times en Español el 13 de octubre de este año de Jamie Lee Curtis y David Gordon Green, el director y coguionista de la trilogía entera con Sergio Burstein.  

La entrada de esa entrevista recuerda que en 1978 el mundo del terror se vio sacudido por el estreno de Halloween, una cinta que con el paso del tiempo se convertiría en uno de los clásicos indiscutibles del género, y que, además de ser realmente espeluznante, generó uno de los enfrentamientos más notables en la historia del cine: el que existe desde entonces entre Laurie Strode, una sencilla estudiante de secundaria, y Michael Myers, un despiadado asesino en serie que parece tener un origen humano, pero cuya amplia carrera delictiva le otorga tintes definitivamente sobrenaturales.

La parte importante para mí, luego de ver la película, son estos fragmentos de lo que dice Jamie Lee Curtis:

«(…) Él (David Gordon) planteó la pregunta de qué era lo que pasaba con estas personas, y como lo has visto ya, Laurie estaba viviendo detrás de una reja con púas, preparada para el regreso de Michael [Myers], porque nunca tuvo ayuda ni apoyo. Me pareció que esa era una suposición realista y correcta sobre lo que sucede con las personas cuando no reciben la ayuda que necesitan, y me gustó el modo en que esa historia se conectaba con la que venía después (…)

Lo que sigue es la gran batalla en el poblado, algo en lo que la protagonista parece estar ausente y eso es por una razón muy válida:

«(…) Dicho sea de paso, la razón por la que ella pasaba a un plano secundario [en “Halloween Kills”] es porque contamos la verdad; y la verdad es que, cuando te apuñalan en el estómago [como sucedió en la cinta anterior], no es como si te hubieras hecho un corte con papel. Si ella hubiera actuado como un peleador de artes marciales en esa película, hubieras dicho: “Oye, espera un momento”.

También explica el motivo por el que esta trilogía me encantó, siendo una de las personas que crecieron con la presencia de Miyers en sus recuerdos de infancia. 

«(…) Creo que cuando pasen 30 años, y veas de nuevo estas películas, te darás cuenta de que este hombre es un genio. Verás lo que estas películas dicen de nosotros como sociedad y lo profético que fue él al saber por adelantado que una película sobre empoderamiento femenino, sobre una mujer que se levanta y dice “¡no más!’, iba a coincidir con el movimiento del «Me Too» y «Time’s Up»; que la película que vino después y que llamábamos a modo de broma “la ley de la calle” porque trataba sobre la rabia colectiva de una comunidad que decía que el sistema no funciona y no lo voy a tolerar más, iba a coincidir con los levantamientos por la justicia después de George Floyd y la insurrección del 6 de enero, que demostraron lo inestable que era el mundo; y que la película actual, sobre el envenenamiento de nuestra sociedad contra las personas que sufrieron ya la violencia, iba a coincidir con algo que vemos cada día, como sucede con el caso de Kanye [West] (…)»

La sinopsis de esta última película de la trilogía dice: Cuatro años después de los acontecimientos de Halloween Kills, Laurie vive con su nieta Allyson (Andi Matichak) y está a punto de terminar de escribir sus memorias. Nadie ha vuelto a ver a Michael Myers desde entonces. Laurie, después de permitir que el espectro de Myers controlara su realidad durante décadas, ha decidido por fin dejar atrás el miedo y la rabia para dedicarse a vivir. Pero cuando acusan a Corey Cunningham (Rohan Campbell) de matar al niño al que cuidaba, se desencadena una cascada de violencia que obligará a Laurie a enfrentarse de una vez por todas con una maldad que no puede controlar.

El avance muestra un poco de la lucha en su aspecto más violento, aunque lo psicológico tiene un alto peso tal como pasó en las anteriores y la propia actriz señala:

 

https://www.youtube.com/watch?v=kuNtOqjNY2g

 

La otra película de la que quería escribir es Black Adam, que llevaba también mucho tiempo esperando verla y que cumplió con sus objetivos, aunque mucha gente todavía no lo entienda.  

Es curioso cómo un personaje que conocí en un videojuego (Injustice: Gods Among Us (en español: Injustice: Dioses entre nosotros), desarrollado por Nether Realm Studios y publicado por Warner Bros Interactive), del cual luego supe que un actor al que conocí como parte de la lucha libre (The Rock) quería hacer una película, sea una de mis mayores expectativas del cine de comics de este año Black Adam, luego de las decepciones que me dio Marvel y del conflicto entre la imitación que trataron de hacer del tono de esas películas hecho por parte de Joss Whedon y el trabajo realizado por Zack Snyder, que puede verse en HBO, cuyas diferencias, aunque podrían parecer pocas, son significativas.

Esto se nota desde el primer avance que dieron de la cinta:

 

https://www.youtube.com/watch?v=G_qfcJ9v65w

 

Lo de no ser un héroe está conectado a una escena de la película DC Liga de Supermascotas, de aventuras y acción de comedia de superhéroes animada por computadora en 3D, escrita y dirigida por Jared Stern y codirigida por Sam Levine, que se estrenó también este año y no me llamó la atención hasta que me mencionaron una escena extra, la aparición de Anubis, la mascota de Black Adam (cuya voz también es de Dwayne Johnson), en un diálogo con la mascota de Superman donde le explica que Black Adam es un antihéroe, algo parecido a un héroe pero mejor, porque puede crear sus propias reglas y romperlas porque nadie puede detenerlo. La mascota de Superman se refiere a que esa descripción queda en la de villano y Anubis termina aceptando que hay una línea muy delgada entre esos conceptos. Quien ya haya visto la película de Black Adam y la escena post créditos o haya notado las notas de Henry Cavill compartirán mi sonrisa al ver esa escena animada. 

Para quienes todavía no saben quién es Black Adam, comencemos con el nombre. “El verdadero nombre de Black Adam es Teth-Adam”, explica Dwayne Johnson en una entrevista con Anthony Breznican para Vanity Fair del 11 de agosto de este año. “Y Black en Black Adam se refiere a su alma”.

En el mundo real, Black Adam apareció por primera vez al final de la Segunda Guerra Mundial en las páginas de Fawcett Comics, ahora desaparecido. Adam fue una vez un mortal del antiguo Egipto a quien se le concedieron habilidades místicas para «luchar contra el mal en el mundo». Instantáneamente después, se convirtió en un tirano brutal. Un «tiempo fuera» forzado del planeta duró varios miles de años, lo que solo lo enfureció más cuando regresó.

Fawcett Comics también tomó una larga pausa, abandonando la narración de superhéroes a principios de la década de 1950, en parte debido a una larga demanda que afirmaba que había estafado repetidamente las historias de Superman. En la década de 1970, DC adquirió oficialmente los derechos de los personajes en barbecho de Fawcett, integrándolos en el mismo universo que alguna vez fueron acusados ​​de imitar. Para entonces, su rival Marvel Comics había creado su propio Capitán Marvel (uno distinto al que ahora conocemos), por lo que la nueva versión de DC del personaje tuvo que ser renombrada con el eslogan mágico que activa sus poderes: ¡Shazam!

Cuando Warner Bros comenzó a desarrollar una película de Shazam en 2014, Johnson se inscribió como coprotagonista como Black Adam. Pero cuando en 2019 se estrenó la película protagonizada por Zachary Levi, no había Rock, y casi tampoco Black Adam. “Cuando nos llegó el primer borrador de la película, era una combinación de Black Adam y Shazam: dos historias de origen en una sola película”, recuerda Johnson. “Ese era el objetivo, así que no fue una completa sorpresa. Pero cuando leí eso, supe en mis entrañas: ‘No podemos hacer esta película así. Le estaríamos haciendo un daño increíble a Black Adam. Habría estado bien para Shazam que dos historias de origen convergieran en una película, pero no para Black Adam».

Teth-Adam también fue el nombre que recibió el personaje durante su debut en 1945. Para la película, Egipto ha sido reemplazado como su tierra natal por el reino ficticio de Kahndaq en el Medio Oriente, como ha sido en los cómics durante años. De lo contrario, las historias de origen coinciden. El giro de Black Adam hacia el lado oscuro también proporcionará más razones para su falta de piedad, si no una justificación para ello.

Todo está relacionado con algo indescriptible que le sucedió a su familia cuando fueron esclavizados en esa época lejana. “Eso es algo universal, con lo que todos pueden identificarse”, dice Johnson. “No importa tu color, ni religión, ni lo que diga tu cuenta bancaria, ni donde vivas, ni cuál sea tu trabajo. Quiero decir, todos pueden relacionarse con la familia y querer hacer todo lo posible para proteger a esa familia. Y cuando te arrebatan a tu familia… eso cambia a la persona”.

La película presenta a los cinéfilos a la Sociedad de la Justicia de América, que está separada de la Liga de la Justicia de sonido similar (y ahora más conocida). La SJA comenzó a unir héroes unas dos décadas antes y cuenta con personajes como Dr. Fate, interpretado por Pierce Brosnan, quien encarnó a James Bond en cuatro ocasiones: Golden Eye, El mañana nunca muere (1997), El mundo nunca es suficiente (1999) y Muere otro día (2002). Y Hawkman, interpretando a Aldis Hodge.

En las primeras ideas, quería centrarme en el genial trabajo de Pierce Brosnan como Dr. Fate (Doctor Destino), pero mis circunstancias me llevan a Adrianna Tomaz (Sarah Shahi), una profesora universitaria viuda que vive en Khandaq, colonizado por un grupo de mafiosos mercenarios conocidos como Intergang. Ella y su familia pertenecen a la resistencia y es quien, luego de conjurar a Black Adam, confronta a Hawkman acerca de ser emisarios de la justicia para el mundo cuando su comunidad lleva más de veinte años siendo explotada y aterrada por los criminales. 

La forma en que ella le restriega a Hawman la definición de justicia, y cómo hasta a Black Adam lo hace reaccionar acerca de las prioridades del equipo y la forma de corregir el camino, fueron las cuestiones más gratificantes después de una escena en la recámara de su hijo en la que Adam aparece rodeado de imágenes de héroes que ya casi todo el mundo reconoce. 

Estaba encantada con las dos posibilidades y se lo comenté al viejo amigo que suele aconsejarme bien acerca de los temas. Me dijo «Bonitas ideas, pero creo que sería hipócrita si escribes de eso y no de lo que te rodea». Le mandé un mensaje preguntándole a lo que se refería, pues he escrito tanto de cine comercial como de mexicano, y me contestó «No evadas el tema».

Sé a qué se refiere. Los videos de artistas que he mencionado alguna vez al escribir de cine; Joaquín Cosío, de Belzebuth y Matando cabos entre otras películas; Sagrario Silva de Manos Brujas, Ofelia Medina de La Nahuala y Mal de ojo y hasta Daniel Giménez Cacho protagonista de Bardo, Falsa crónica de unas cuántas verdades, del cinco veces ganador del Oscar, Alejandro González Iñárritu. 

Busco un poco acerca de Daniel Giménez Cacho porque no lo identifico tan bien como a Iñarritu y eso es por un personaje de Amores perros. Me encuentro con lo que el cieneasta dijo en el inicio de la 20 Edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde se contó con la presencia de Daniela Michel, fundadora y directora general del FICM, Alejandro Ramírez, presidente del festival, y el equipo de la cinta. 

Allí señaló que es una película que lo libera de la locura, porque la holgura de la creatividad le permite dejar la aprehensión para seguir produciendo en libertad con la experiencia que le han dado los años.

Para sus nuevos proyectos, Iñarritu explorará en panoramas inciertos, llenos de retos, burla y cuestionamientos, teniendo siempre en mente una frase del escritor irlandés Samuel Beckett, Premio Nobel de Literatura (1969): “Ser artista es fracasar como nadie se ha atrevido a fracasar”.

Me detengo de investigar sobre esta película, que ya está en cines y muy pronto en Netflix, como se ve en el avance que presentan:

 

https://www.youtube.com/watch?v=bQsrhq9qI30

 

Al despertar, un nuevo mensaje. 

«¿Vas a ignorar el reclamo de la gente que conoces y que sabes que trabaja por la cultura? ¿Escribes para ganar unos pesos, por tu ego o por tus ideales? ¿Publicarás sobre tus conocimientos de ética, los llamarás «amigos» mientras ni siquiera planteas la «duda razonable» de lo que están reclamando a pesar de saber que es justo?» 

A mediodía un mensaje más. 

«V. No pierdas ese centímetro, no ignores lo que sabes».

Una referencia más a las películas basadas en comics. Esa de Alan Moore que salió en 2005 y hace juego con una de mis iniciales. 

Así que uso ese centímetro que me queda para decir que los artistas no están contra la obra de teatro en sí, ni contra el maravilloso trabajo que todos los del equipo contratado para hacerla posible llevan semanas haciendo. Es la falta de transparencia y coherencia de quienes decidieron hacer un gasto que supera el presupuesto de festivales culturales, reparaciones de espacios, proyecto que fueron negados «por falta de recursos» y el manejo del tema por parte de las autoridades.  

Esas entradas no son gratis, se pagaron de los impuestos que no se usaron en cuestiones más urgentes o que podrían usarse para instalaciones que servirán por mucho más tiempo como la Cineteca Chihuahua en la Plaza Cultural Los Laureles, teatros como el recién mejorado Al aire libre y muchos proyectos más que se mencionan en los videos de los artistas que reclaman coherencia y transparencia ante la obra que pretende parafrasear a Oscar Wilde en el parque El Palomar en la capital de un estado cuyas comunidades son muchas más y están lejanas de la seguridad y comodidad que las autoridades deberían proporcionarles. 

Por ahora no me queda más que esperar que Wakanda Forever llegue al cine para ver si Namor, alias Kukulkan, es el antihéroe que todos los críticos dicen según los chismes acerca de Marvel.  

 

Título original: Halloween Ends

Año: 2022

Duración: 111 min.

País: Estados Unidos

Dirección: David Gordon Green

Guion: Chris Bernier, David Gordon Green, Paul Logan, Danny McBride.

Personaje: John Carpenter, Debra Hill

Música: John Carpenter, Cody Carpenter, Daniel Davies

Fotografía:Michael Simmonds

Reparto: Jamie Lee Curtis, Will Patton, Andi Matichak, Rohan Campbell, Kyle Richards, Nick Castle, James Jude Courtney, Nick Lawrence, Stephanie McIntyre, Emily Brinks, Dillon Belisle, Derrick Lemmon, Joseph D. Webb, Dawn Lasusky, William Brooks Perez, William Matthew Mang, Michele Dawson, Candice Rose

Productora: Blumhouse Productions, Miramax, Rough House Pictures, Trancas International Films, Universal Pictures. 

Distribuidora: Universal Pictures

 

Título original: Black Adam

Año: 2022

Duración: 124 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Jaume Collet-Serra

Guion: Adam Sztykiel, Rory Haines, Sohrab Noshirvani. Cómic: C.C. Beck, Otto Binder

Fotografía: Lawrence Sher

Reparto: Dwayne Johnson, Sarah Shahi, Pierce Brosnan, Aldis Hodge, Noah Centineo, Chico Kenzari, Quintessa Swindell, Uli Latukefu, Bodhi Sabongui, Mo Amer, Tang Nguyen, Joseph Gatt, Angel Rosario Jr., Chaim Girafi, Jalon Christian, Cameron Moir, Rahiem Riley, Tre Ryan, Stephan Jones, Donny Carrington, D.J. Stavropoulos

Productora: DC Entertainment, FPC Production, New Line Cinema, Seven Bucks Productions, Warner Bros.

Distribuidora: Warner Bros.

 

 

 

 

Viviana Y. Mendoza Hernández es egresada de la Facultad de Letras de la UACH, es autora de la novela Buscando una vida normal publicada en 2007 por la editorial de la misma universidad, así como algunos textos de sus tiempos como estudiante. Ha participado en diversas actividades de promoción y difusión cultural, así como de lecto-escritura para educación básica. Actualmente colabora (entre otros espacios digitales) en el periódico digital El Devenir de Chihuahua en la sección de cultura y escribe en Estilo Mápula la columna Cine Viv.

Deja un comentario