Lección 2. Los signos de puntuación: el punto y coma. JChM

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Lección 2

 

 

Los signos de puntuación: el punto y coma

 

 

Por Jesús Chávez Marín

 

 

El punto y coma

 

Si adoptamos el criterio de las pausas, el punto y coma indica una pausa un poco más larga que la de la coma, y un poco más corta que la del punto.

¿Cuándo debemos emplear este signo?

 

a). Cuando escribimos dos frases relacionadas entre sí, pero no unidas por una conjunción o una preposición.

Ejemplos:

Estaba muy ocupado; le prometí acudir al día siguiente.

Consiguió un gran triunfo; casualmente yo estaba allí.

 

b). Cuando alineamos varias frases que constituyen una serie.

Ejemplo:

La idea es buena; la realización, mediocre; el resultado, pésimo.

Fíjese que gracias al punto y coma evitamos la repetición del verbo. De otro modo diríamos: “La idea es buena, la realización es mediocre, el resultado es pésimo”. Con los dos puntos y comas, la frase es breve y más rotunda.

 

c). Cuando en una frase larga empleamos las conjunciones adversas pero, mas, aunque, etcétera.

Ejemplo:

Mi casa es pequeña y bastante fea, tiene pocas comodidades y parece que vaya a caerse de puro vieja; pero estoy en ella más a gusto que en cualquier otro sitio.

Si la frase es corta, el punto y coma no es necesario, aunque puede usarse:

Di lo que quieras, pero no grites.

Di lo que quieras; pero no grites.

 

JChM Taller Literario, febrero 1984

 

 

 

 

Jesús Chávez Marín es editor de Estilo Mápula revista de literatura.

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