Collage de Aracely Sánchez Ruiz
Yo opino/ la columna de Aracely
Sin pena ni gloria
Por Aracely Sánchez Ruiz
“…Hoy me iré de casa corriendo descalza, a ver quién me atrapa, a ver quién me alcanza…”, “…quiero que sepas que a pesar de todos sí quiero volver a ti…”, “…que casi juro que mi ángel me abandonó, que el sol me huye para no ver mi dolor…”
Estas son las letras y tonadas que traigo pegadas en la cabeza desde que la semana pasada Televisa estrenó Ellas soy yo Gloria Trevi, producida por Carla Estrada.
En 50 capítulos, la bioserie contará “las experiencias profesionales y de vida de la artista (…). Aún y cuando está inspirada en hechos de la vida de Gloria Trevi, información pública y una investigación, en ciertos casos los personajes, nombres, incidentes, fechas, locaciones y eventos han sido cambiados o ficcionados para efectos de dramatización”, así lo advierte la cortinilla inicial curándose en salud, por si se llegaran a pisar algunos callos.
Pues bien, la historia comienza con la voz en off de Gloria, resumiendo el principio de su carrera, cuando sus sueños eran, como dice su canción Mañana, revueltos, rebeldes, locos y enamorados.
Y es que dice que estaba enamorada de la música y le pedía a Dios tocar los corazones de la gente con sus temas, porque deseaba ser famosa, tener muchos amigos, ser querida, prosperar, dejar huella y hasta cambiar el mundo… pero solo el suyo cambió.
Y así empieza narrando anécdotas, como cuando robó una lata de atún de la alacena para comer a escondidas en el baño, pero cuando la descubre “Alicia”, que en realidad vendría siendo Raquenel Portillo (o Mary Boquitas), le va con el chisme a “César Santiago” (qué levantón le dieron a Sergio Andrade, que es feo con efe de foco fundido, al darle el papel a Jorge Poza, que además de guapo y atlético es un actorazo) y este la agarra a trancazos e insultos, por lo que decide escapar de la casa/academia del productor de Boquitas Pintadas, en la serie “Fresitas Salvajes”.
En esta primera semana aparecieron en escena Regina Villaverde, que debuta en la serie como Gloria adolescente; Ingrid Martz como la mamá, con un marcado acento norteño; Gloria Mayo como la abuela, severa e intolerante; Norma Herrera como la bisabuela, bonachona y consentidora; y Yurem Rojas interpretando a Ricky Luis, sí, ese que tenía “un mes con el mismo pantalón ¿y qué?”, entre otros actores y personajes menos conocidos.
Cada capítulo incluye testimonios de personas cercanas, pero por alguna extraña razón a Gloria Ruiz, la mamá de “Yoyis” (como le dice cariñosamente en la serie), le pusieron subtítulos, lo malo aquí fue la elección del rotulista, o como se llame.
Sí, porque en el primer episodio la señora dice que cuando Gloria era niña, ella era maestra de ballet, y en el texto se lee: “Yo daba clases de valet”, entonces qué, ¿enseñaba a limpiar, lavar, planchar y arreglar ropa? ¿O a estacionar carros en la calle?
La serie da saltos entre los primeros años de la trayectoria de Gloria, finales de los ochenta y principios de los noventa, contando pasajes de su vida donde la música de fondo son por supuesto los temas de sus primeros discos, así como del álbum debut y despedida de Boquitas Pintadas.
Gloria dice que tenía 15 años cuando conoció al productor veracruzano y que de inmediato este trató de convertirla en el reflejo de sus sueños, haciéndola creer en un amor absoluto y enfermizo que la llevaría a traicionarse a sí misma.
Y así empezó una historia de 17 años de abuso que nadie siquiera imaginaba, pero que al final se hizo del dominio público a través de los medios y que derivó en otros casi cinco años luchando ‒dicho por ella‒ por que la justicia mexicana reconociera su inocencia.
Esta es su versión de los hechos de una historia que según ella ha sido mal contada en revistas, programas de televisión, periódicos, libros, chismes… “pero no hablaban de mí”, así que ha decidido exponerse, no por ella, advierte, sino por quienes ven en ella un reflejo y que soportan todo tragándose su llanto.
Así que durante poco más de dos meses nos iremos enterando de cómo ve Gloria Trevi lo vivido al lado Sergio Andrade, contado a su manera, en sus propias palabras.
Labor social
Al final de cada capítulo aparecen teléfonos de México y Estados Unidos donde se ofrece ayuda y orientación a personas que se encuentren en una situación similar a las que se describen en la serie.
Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.