La Pascualita
Por Soledad Graciela Lechuga Mejía y Rafael Cárdenas Aldrete
–Dicen que su mamá, la dueña de esta casa de vestidos de novia, la mandó embalsamar cuando Pascualita murió. Fue el día de su boda, porque su novio no se presentó al altar. Su corazón se volvió liquido de lágrimas, luego se secó y se hizo polvo, que expulsó en su último suspiro…
–Esa es una de las versiones. Yo sabía que cuando peinaban a la Pascualita, tenía el pelo tan pero tan enmarañado que solo le dejaron unas cuantas hebras de cabello, y en esa maraña se escondía una viuda negra que le picó. Así murió.
–Sí, lo había escuchado… O que fue en la prueba de su vestido, no en la iglesia… Y como todo mundo le chuleó el vestido fue que su mamá decidió dejarla como maniquí, así ha estado desde entonces, como la vemos en este aparador.
–Lo que pasó realmente es que cuando el cronista de la ciudad describió los hechos para el periódico, el redactor del diario que publicaría la nota no le entendió ni jota al cronista…
La pareja que platicaba frente al local de Vestidos de Novia Pascualita guardaron brevemente silencio esperando encontrar, en la expresión de los ojos de Pascualita, su verdadera historia. El aire frío de esa noche fue suficiente para permitir ver el vaho salir de la boca del maniquí, exageradamente realista.
11 octubre 2022
Soledad Graciela Lechuga Mejía estudió en el Colegio Palmore y en la Escuela Normal C. C. Mata, es profesora en educación artística en la Escuela Federal Secundaria Técnica número 32 de Chihuahua. Es pintora de profesión, durante 30 años ha realizado exposiciones individuales y colectivas en varias ciudades, principalmente en su ciudad, donde es presidenta del Salón de la Plástica A. C. También escribe relatos y poemas, que ha publicado en revistas y periódicos. Actualmente asiste a un taller literario y colabora en la revista blog Estilo Mápula.
Rafael Cárdenas Aldrete estudió letras, artes plásticas y diseño gráfico. Su producción artística ha sido presentada en museos, galerías, casas de cultura, universidades, ferias de libro internacionales y regionales, plazas y cafés del Estado de México, Nuevo León, Chihuahua, Baja California y Estados Unidos. Sus proyectos han recibido premios y distinciones en diseño, arte y edición, entre los que destacan el Programa de Apoyo a Publicaciones Impresas Raúl Rangel Frías 2014 de Conarte y la Beca de creador con trayectoria David Alfaro Siqueiros 98-99 del Conaculta. En 1995, con Rafael Ávila, funda Onomatopeya Producchons, Así como lo oyes, casa de la colección editorial Poetazos.
Cuenta la leyenda que esta es su historia ☺️