Yo no sabía que se puede uno enamorar de la luz de unos ojos

Yo no sabía que se puede uno enamorar de la luz de unos ojos

 

 

Por Sergio Torres

 

 

Yo no sabía que se puede amar durante esta vida, todos los momentos, y la siguiente, y todas las vidas, hasta que me vi en tus ojos: ese café claro con chispas de brillo que, más que reflejar la luz, la expiden sin pausa.

Yo no sabía que se puede uno enamorar de la luz de unos ojos que miran más allá de la superficie, más allá de la imagen, bien adentro, hasta el fondo del alma.

Es más, ni siquiera creía tener un alma.

Toda la vida ha sido un constante escuchar que no tengo sentimientos, y otras frases de la misma naturaleza. Tienen razón,  yo no siento nada con las cursilerías cotidianas. Lo que me mueve es distinto y lo contiene el amanecer, el atardecer, la sonrisa y la mirada de los niños, los ojos de Claudia ¿ya te platiqué de Claudia?

Al paso que voy pronto me convertiré a uno de esos cristianismos fastidiosos en los que, habiendo encontrado la fe, uno intenta compartirla con todo el entusiasmo de que es capaz un corazón recién enamorado, vuelto a nacer en el amor.

Yo no sabía que existe el alma, hasta que sentí que se movía cuando te miro.

 

 

 

Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

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