Lección 39
Novedades de la ortografía
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La palabra “solo” ya no lleva acento escrito, en ningún caso.
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Los pronombres demostrativos este, ese, estas, aquellas, estos, aquellos, ya no llevan acento escrito, en ningún caso.
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Las mayúsculas solo se usan en dos ocasiones: Una: para nombres propios. Dos: después de punto o a inicio de párrafo.
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Nombres propios de personas: Pedro. Alejandra.
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Nombres propios de lugares: Chihuahua. Francia.
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Nombres propios de instituciones: Instituto Mexicano del Seguro Social.
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Nunca se usan mayúsculas para subrayar la importancia de algo: Licenciado no: licenciado.
Filosofía no: filosofía.
Don Chuy no: don Chuy.
Chihuahuense no: chihuahuense
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Nunca pongas coma rompiendo la frase ni separando el sujeto del predicado.
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El muchacho que llevaba la pelota, azotó como res. No.
Lo correcto: El muchacho que llevaba la pelota azotó como res. Sin la coma.
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Las comillas solo se usan para citar palabras de otro contexto. Es su único uso. Solo ese.
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Ejemplo bueno: Y entonces Neruda dijo: “yo soy el gran poeta casamentero, tengo novias para todos los hombres del mundo; tengo novios para todas las mujeres del pueblo”. Al escucharlo, nos quedamos un rato muy pensativos.
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Ejemplo malo: Había yo venido “medio pensando” puras cositas porno. Se quiere dar un énfasis irónico a la expresión y se agregan esas comillas. Esas comillas, aquí, no van.
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El punto y aparte se pone al concluir un párrafo, o sea: un asunto completo dentro del tema del texto.
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El punto y seguido se pone al concluir un argumento dentro del asunto completo, pero que no concluye, sino agrega otros subtemas.
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Por hoy, es todo. No pongo demasiados preceptos, porque la ortografía, estudiada en forma de reglamento, es fastidiosa. Mejor es practicarla constantemente en la vida diaria de la comunicación escrita.