Foto Pedro Chacón
Anita niña maravilla. Novela seriada, episodio 01
Por Fructuoso Irigoyen Rascón
―No recuerdo el momento en que me senté por primera vez. He oído que tenía seis meses y que hasta entonces era yo normal. ¡Que fea palabra! También oí que pude pararme en la cuna, cogida de los barrotes a los nueve meses. Un velo rosado que llamaban mosquitero cubría como una carpa la cuna.
«Imposible que recuerde eso» ―pensó Aurora―, como anticipando la siguiente revelación. Miraba a la niña con una expresión que parecía la del emoji de asombro que traen teléfonos y computadoras.
―Recuerdo mejor que, alcanzando el barrote de arriba, pude treparme en él y bajar hasta la zalea que estaba en el suelo.
Dos reacciones. La primera: la psicóloga escribió algo, una palabra, en su libreta ―salea. Y con disimulo pulsó la palabra en su celular, dándose cuenta de que era zalea con zeta. El artefacto la definió en inglés: sheepskin. Increíble que una mujer estudiada, con un doctorado, no hubiera oído nunca esa palabra. Trató de no exponer su ignorancia, pero Aurora, y tal vez también la niña, advirtieron lo que había pasado.
La otra, que ocurrió simultáneamente, fue la de Aurora, que abrió la boca:
―Eso no sucedió. Nunca…
―Por favor ―la psicóloga la interrumpió― no intervenga, deje que la niña diga lo que tenga que decir. Después me dará usted su versión de la historia. Ahora permita que ella continúe. Ana, sigue contándonos, ¿qué pasó entonces?
La expresión de emoji asombrado en la cara de Aurora pasó a la de emoji frustrado, tal vez enojado.
―Tenía miedo, nunca antes me había parado en el suelo, solo dentro de la cuna, cogida de los barrotes. Así que muy despacito me senté en la zalea. Ahí estaba Robi, mi conejo también.
No fue necesario que la niña o su madre, Aurora, explicaran que Robi era un conejo de peluche.
―Mi miedo se hizo pánico cuando alguien gritó: «Anita se cayó de la cuna. Está en el suelo, en la zalea.»
Aurora se frotaba las sienes y la frente, emoji indescifrable.
―Abracé a Robi. Muy fuerte. Entonces el miedo me hacía llorar. Algo se me atoraba en la garganta, igual que ahora…
Mirando la angustia de la niña, la psicóloga decidió tener un receso, o tal vez dar la sesión por terminada. Optó por lo segundo, así se lo indicó a Anita, quien inesperadamente dijo:
―Y nunca me volví a parar.
El famoso médico y explorador Fructuoso Irigoyen Rascón, autor de Cerocahui, avisa que acaba de aparecer su nuevo libro, Nace Chihuahua, Gabriel Tepórame y Diego Guajardo Fajardo, los forjadores, publicado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. En el colofón dice que la edición es de 2019, sin embargo, a causa de la pandemia, apenas acaba de salir de imprenta este agosto de 2021.