Collage de Aracely Sánchez Ruiz
Yo opino/ la columna de Aracely
Avenida conmemorativa
Por Aracely Sánchez Ruiz
Ayer se celebró el 113º aniversario de la gesta revolucionaria que inició el 20 de noviembre de 1910, en la que personajes como Francisco I. Madero, Pascual Orozco, Pancho Villa, Emiliano Zapata y muchos más se rebelaron contra el dictador Porfirio Díaz, quien se había instalado en la silla presidencial por más de tres décadas.
Pero no, hoy no te voy a hablar de la Revolución Mexicana, que para eso están los historiadores. Más bien voy a recordar uno de los artículos que escribí para mi serie Las calles de Chihuahua, en 2009, sobre una amplia avenida que lleva precisamente el nombre de 20 de Noviembre y que cruza la ciudad de noreste a suroeste, desde el periférico Vicente Lombardo Toledano, allá por el cerro Coronel, hasta la calle 82ª en el Cerro de la Cruz.
Del nombre de avenida Penitenciaría que llevaba en los albores del siglo pasado cambió a Abraham González en 1925; en 1943 se amplió hasta entroncar con la avenida Carlos Pacheco y se le dio el nombre actual. Desde entonces se ha seguido extendiendo hasta la longitud que tiene ahora.
En su recorrido verás casonas antiguas de adobe y cantera, bares, comercios y otros edificios, entre ellos la centenaria escuela Modelo, hoy José María Mercado, una de las más antiguas de la ciudad, en la avenida Melchor Ocampo.
Al otro lado se destaca una de las más preciadas joyas de nuestro patrimonio cultural, el bello templo del Sagrado Corazón de Jesús, de estilo románico, construido en la década de los cuarenta y cuyo antecedente fue una pequeña capilla unas cuadras más adelante, en la esquina de la calle 26ª.
Pero volviendo a la intersección de Ocampo y 20 de Noviembre, hace algunos años se alzaba en el centro un reloj donado por la comunidad libanesa en 1921, que fue retirado a principios de 1992 y reinstalado en Paseo Bolívar y Séptima.
Más adelante, entre las calles 18ª y 24ª, la antigua Penitenciaría luce imponente, con sus enormes torreones y el escudo de Chihuahua tallado en madera en la puerta frontal. Una placa en su fachada marca el lugar donde fue fusilado mi general Felipe Ángeles el 26 de noviembre de 1919.
Enfrente de la “Peni” te puedes tomar un descanso en la plaza 5 de Febrero (la placita, le decíamos cuando era chiquita; yo, no la plaza), inaugurada por el alcalde Manuel Gómez Chávez en el año 1943, adivina qué día. En el centro, donde solía estar el kiosco, hoy se encuentra una estatua dedicada al periodista, historiador y escritor duranguense Francisco Zarco, realizada por el escultor juarense José Guadalupe Díaz Nieto, a iniciativa de una agrupación de periodistas.
Entre 28ª y 30ª se halla la primaria Porfirio Parra, donde estudiaron mis hermanos, y en la otra acera, entre 34ª y 36ª, el parque que se construyó sobre las ruinas de muchas casas aledañas al arroyo, que derrumbó la tromba de aquel sábado negro 22 de septiembre de 1990.
En la calle 46ª está la plaza Martín Luis Guzmán, donde la figura del ilustre escritor, periodista y diplomático chihuahuense domina el panorama.
La calle se interrumpe aproximadamente a la altura de la 72ª y vuelve a aparecer por la 76ª, hasta topar con la 84ª, en la colonia Margarita Maza de Juárez, donde termina.
Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.