El frío de noviembre. Marco Benavides

El frío de noviembre

 

 

Por Marco Benavides

 

 

En el lienzo de noviembre, el frío se despliega con elegancia, como un poema en blanco y negro escrito en el aire. El mes se adentra en la tierra con pasos suaves y un aire gélido que acaricia la piel con delicadeza. La paleta de emociones que despierta es un río de suspiros, una danza entre el alma y la naturaleza.

Las mañanas de noviembre son un regalo silente cuando el sol se alza con timidez y la tierra resplandece con su manto de escarcha. El aire, puro como el cristal, se posa sobre las mejillas recordándonos que la vida es un milagro efímero. Cada aliento es un verso de vapor que se desvanece en el éter, una metáfora visual del frío que se entrelaza con los cuerpos.

A medida que avanza el mes, el frío se torna más profundo y el viento se convierte en un poema de hojas danzantes en la calle. Los árboles desnudan sus ramas revelando la arquitectura de la naturaleza, el paisaje se viste de sobriedad y melancolía. Las calles son ríos de abrigos, bufandas y guantes, donde cada paso es una sílaba que busca refugio contra el frío que susurra en las esquinas.

El frío de noviembre guarda murmullos nostálgicos, nos hace anhelar la calidez de un hogar, la compañía de una taza de té y el abrazo de una manta suave. En las noches, el crepitar de la leña en la chimenea es una sinfonía de consuelo, nos envuelve en un cobijo de calor contra el frío que acecha en el exterior.

El frío de noviembre tiene su propio encanto, un verso en blanco que espera ser escrito. Las primeras nevadas del año pintan un lienzo de pureza, transformando el mundo en un cuento de hadas invernal. Los copos de nieve caen como versos libres, aterrizando en silencio en la tierra, cubriéndola con su poesía. Caminar sobre la nieve fresca es un baile de estrofas frías, cada paso es un verso que se hunde en la suavidad mientras el mundo se entrega al silencio.

El frío de noviembre nos conecta con la naturaleza en un abrazo profundo. Nos hace sentir parte de un ciclo eterno donde la vida se recoge lentamente para una pausa necesaria antes de la resurrección de la primavera. Las aves migratorias cruzan los cielos en una elegante metáfora de libertad, y los animales encuentran refugio en sus guaridas, recordándonos que la vida se renueva en cada estación. La naturaleza es un libro de poesía en constante evolución, y el frío de noviembre es la página que susurra la llegada del próximo capítulo.

Es una sinfonía en la que encontramos belleza, melancolía y un profundo entendimiento de la vida y su ciclicidad. Nos invita a abrazar el invierno con gratitud y poesía en el corazón, recordándonos que incluso en la quietud y el frío, hay una belleza que merece ser celebrada. En noviembre, el frío es una canción que nos hace sentir vivos, parte de la poesía eterna de la naturaleza, y nos invita a bailar con ella en cada suspiro y cada verso.

 

4 noviembre 2023.

 

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Marco Vinicio Benavides Sánchez es médico cirujano y partero por la Universidad Autónoma de Chihuahua; título en cirugía general por la Universidad Autónoma de Coahuila; entrenamiento clínico en servicio en trasplante de órganos y tejidos en la Universität Innsbruck, el Hospital Universitario en Austria, y en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Ha trabajado en el Instituto Mexicano del Seguro Social como médico general, cirujano general y cirujano de trasplante, y también fue jefe del Departamento de Cirugía General, coordinador clínico y subdirector médico. Actualmente jubilado por años de servicio. Autor y coautor de artículos médicos en trasplante renal e inmunosupresión. Experiencia académica como profesor de cirugía en la Universidad Autónoma de Chihuahua; profesor de anatomía y fisiología en la Universidad de Durango. Actualmente, investiga sobre inteligencia artificial en medicina. Es autor y editor de la revista web Med Multilingua.

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