Dintel de Almudena. Prólogo. Un pasado en común. Almudena Cosgaya

Dintel de Almudena

Prólogo. Un pasado en común

 

 

Por Almudena Cosgaya

 

 

El sol asomaba tímidamente detrás de las nubes grises mientras el viento hacía crujir las ramas de los árboles. En una granja a las afueras de la ciudad de Chihuahua, varios amigos se encontraban reunidos. Todos eran excompañeros de secundaria que se habían reunido de nuevo, luego de varios años. Convivían alrededor de una mesa en la que había varias latas de cerveza, botana y una charola con carne asada.

Cada uno de ellos tenía una vida diferente y alejada de aquella época de estudiantes; al reencontrarse sintieron que la nostalgia y la emoción seguían latentes. Hablaban de aquel tiempo, de las risas, los amores, los problemas, como si hubiera sido ayer.

De pronto, Elisa tomó un micrófono y se acercó a la rocola, invitando a los demás a cantar. Entre risas todos aceptaron, pero pronto se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. El reloj de los celulares parecía haberse detenido, incluso los relojes de mano. Una luz tenue apareció en medio del jardín y todos salieron. Pronto, una sensación de estar atrapados en el tiempo les invadía.

La intriga y el misterio crecían con cada minuto que pasaba, hasta que, de repente, un destello de luz les envolvió y se encontraron en una escena familiar: el patio de la escuela secundaria donde habían estudiado.

Confundidos y asustados, no sabían qué estaba pasando, pero pronto descubrieron que sus cuerpos habían cambiado y estaban tal como lucían en su segundo año de secundaria. Una prefecta apareció haciéndolos saltar a todos y una vez que estuvieron dentro de su antigua aula, una voz familiar los asombró: su antigua maestra les recordaba el próximo viaje escolar a las Quintas Carolinas. Pensaron entonces que sería buena idea aprovechar aquella alucinación colectiva para volver a vivir aquella experiencia y recordar los viejos tiempos.

Sin embargo, algo extraño y peligroso les esperaba en la vieja hacienda. Al bajar al sótano, fueron transportados nuevamente a un mundo extraño, lleno de peligros y criaturas temibles, que se abría ante sus ojos. No sabían cómo ni por qué, pero aquel lugar parecía haber salido de una pesadilla. O de un hermoso sueño.

Fueron recibidos por un antiguo mago, que les explicó las reglas.

“Deben ir todos juntos, pasar los retos y restaurar la vieja llave. Solo así podrán volver. Necesito la fuerza de su amistad”.

Por instinto supieron que estando unidos podrían salir de aquel lugar. La tensión se podía cortar con un cuchillo, y el miedo les recorría el cuerpo. A pesar de todo, se sentían unidos y dispuestos a luchar. La aventura y el peligro se mezclaban con la emoción y la nostalgia. ¿Serían capaces de superar los obstáculos y volver a su vida normal?

 

Continuará.

 

 

 

 

Almudena Cosgaya descubrió su gusto por las historias desde niña; hacía fanfics de relatos ajenos, lo cual fue para ella un excelente entrenamiento para escribir luego sus propios cuentos, al darse cuenta de que en algunos de sus relatos de fanfic había creado un personaje que merecía su propia historia. Es autora de poemas y de prosa narrativa. En 2017 publicó su novela La maldición del séptimo invierno.