¿Viste Miss Universo? Yo te cuento. Aracely Sánchez Ruiz

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Yo opino/ la columna de Aracely

¿Viste Miss Universo? Yo te cuento

 

 

Por Aracely Sánchez Ruiz

 

 

“Soy diseñadora de modas de profesión, pero, como mujer, soy diseñadora de sueños”. Esta fue la frase “matona” ‒como dice César Lozano‒ que me hizo pensar que la venezolana Amanda Dudamel debería de haber obtenido la corona de Miss Universo 2022, en vez de R’Bonney Gabriel, de Estados Unidos.

Pero como yo no fui jurado, y la texana “jugaba como local”, mejor no juzgo el resultado y les platico de otras cosas que sucedieron durante la transmisión del certamen por Azteca Uno.

En medio de un desfile al estilo Mardi Gras, las 84 delegadas ingresaron bailando alegremente al Ernest Morial Convention Center de New Orleans, donde se desarrolló el sábado la gran final de la 71ª edición del concurso de belleza internacional.

Mientras la música sonaba, se fueron presentando ante el micrófono a gritos. Sí, así como se lee, exclamando su nombre y país de origen. A más de una se le salió tremendo “gallo” ‒si no me creen, nomás busquen en la repetición de Total Play a la china Sichen Jiang- y yo me pregunto: ¿pero qué necesidad de lanzar semejantes alaridos?

En fin, las primeras cinco ni así se escucharon bien, hasta que apareció Australia y el audio mejoró, pero siguieron los berridos. Al llegar a El Salvador los traductores empezaron a repetir los nombres, como para qué, si ellas lo gritaban; luego se escuchó a la mujer decir: “ah, bueno, como nadie nos avisó” y se callaron. De perdis le hubieran apagado al micrófono y no hacer evidente el error, ¿o no?

A la hora de presentar a los jurados, otro tache extra grande: la primera de la lista fue Mirka Dellanos, ok, íbamos bien; pero luego anuncian a Emily Austin y aparece en pantalla Wendy Fitzwilliam, que se queda pasmada.

A partir de ahí fue un soberano “chile con queso”: cuando dicen Wendy sale Mara Martin, que también pone cara de ¿what?; la que sigue es nuestra Miss Universo 2010, Ximena Navarrete, pero cuál sería su sorpresa que la bautizan como Olivia Quido; entonces dicen Mara, pero no, es Emily; sale Olivia y le llaman Sweta Patel; al fin nombran a Ximena, pero en realidad es Sweta; y terminan con Big Freedia y ese sí era, pero ¿quién es él? ¿O ella?

Desde la Ciudad de México condujeron para Azteca Ricardo Casares, Vanessa Claudio y Kristal Silva, quienes como cualquier paisano demasiado optimista tenían todas sus esperanzas puestas en que la sonorense Irma Miranda se trajera la cuarta corona a nuestro país. Pero, ¡oh, decepción! Ni siquiera figuró entre las semifinalistas.

El Top 16 lo formaron Australia, Canadá, Colombia, Curazao, España, Estados Unidos, Haití, India, Laos, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Sudáfrica, Trinidad y Tobago y Venezuela; o sea, dominaban las americanas con diez, dos asiáticas, dos europeas, una africana y una oceánica.

La facundia (busque usted este término en la página de la Real Academia Española), tanto de los conductores como de los traductores, se puso de manifiesto en frases como: “la calificación para calificar”, “no hay punto de no regreso” (¿cómo dijo?), “compitan en la competición”, “su inspiración es Katrina Grey, que ha sido para ella una inspiración”, “está buscando buscar”, “¿quién será la nueva reina universal Miss Universo?”, entre otras lindezas; eso sin contar con la voz chillona de una de las conductoras del evento, no pude identificar cuál de las dos, si Jeannie Mai u Olivia Culpo; o que de repente Kristal, Vanessa y Ricardo comenzaban a hablar cuando aún no terminaban los presentadores locales.

Más o menos a la mitad del programa once candidatas más fueron eliminadas y solo quedaron cinco: la curazoleña, la estadounidense, la puertorriqueña, la dominicana y la venezolana, que respondieron a sendas preguntas de los jurados.

Dadas sus respuestas, el grupo se redujo a tres: Amanda Dudamel, R’Bonney Gabriel y Andreina Martínez (República Dominicana), quienes respondieron a una sola pregunta: “Si ganas, ¿cómo trabajarías para demostrar que Miss Universo es una organización progresista y empoderadora?”

La contestación de Andreina no causó el impacto que deseaba y tuvo que conformarse con el título de segunda finalista, así que quedaron en la jugada solamente Amanda y R’Bonney.

“Si gano seguiré el legado que muchas mujeres han mostrado para ser parte de esta organización. Porque Miss Universo ha demostrado que elige mujeres que inspiran con sus mensajes y transforman con sus acciones. Y eso es precisamente lo que yo quisiera hacer. Soy una diseñadora de modas de profesión, pero soy una diseñadora de sueños como mujer”, arguyó la merideña.

Mientras que la texana dijo que usaría el triunfo para transformar, “durante 13 años he utilizado la moda como una fuerza de cambio, trabajo con materiales reciclados para hacer mis prendas. Estoy en contra de la violencia y el tráfico de personas, creo que tenemos que invertir en otros, creer en otros, tenemos que hacer el cambio. Todos tenemos algo que hacer, tenemos que plantar esa semilla en estas mujeres y utilizar esto para cambiar”.

En el momento culminante las dos finalistas se tomaron de las manos, se miraron un instante y luego cerraron los ojos, esperando el veredicto.

“YU ES EI (USA)”, se escuchó en todo el auditorio y en un principio el desconcierto se dibujó en el rostro de la ganadora, en contraste con la carita desilusionada de la primera finalista.

R’Bonney Gabriel fue coronada por la chandigarhiana (googléale si tienes dudas) Harnaaz Kaur Sandhu, quien en 2021 se convirtió en la sucesora de la chihuahuense Andrea Meza.

Por cierto, cuando la reina saliente daba su última pasarela tuvo un ligero tropiezo que afortunadamente no pasó del susto; pero no fue la única, pues la canadiense Amelia Tu también la vio cerca cuando no midió bien el paso al bajar un escalón durante el desfile de vestido de noche, pero finalmente evitó la caída y hacer el oso.

 

Las reglas cambian

En el transcurso de la transmisión se anunció que a partir de este año podrán participar en Miss Universo madres y mujeres casadas; asimismo, Miss USA sugirió en la etapa de preguntas aumentar la edad límite, que actualmente es de 28 años (los que ella tiene).

 

 

 

 

Aracely Sánchez Ruiz es licenciada en relaciones industriales egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, trabajó 18 años en El Heraldo de Chihuahua, donde inició como correctora y los últimos doce años como reportera de la sección de espectáculos y cultura. Actualmente escribe notas y comentarios en Facebook.

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