La inclusión forzada en la nueva interpretación de La Sirenita de Disney. Lo que pudo ser mejor. Viviana Mendoza Hernández

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La inclusión forzada en la nueva interpretación de La Sirenita de Disney. Lo que pudo ser mejor

 

 

Por Viviana Mendoza Hernández

 

 

La Sirenita es la nueva adaptación en acción real del clásico cuento de Hans Christian Andersen, que en realidad está inspirada en el clásico de animación de Disney La Sirenita (1998).

La cantante de R&B, Halle Bailey, del dúo Chloe x Halle, fue la seleccionada para el papel. Respecto a la elección, el director Rob Marshall aseguró que Bailey «posee esa rara combinación de espíritu, corazón, juventud, inocencia y sustancia, además de una gloriosa voz para cantar».

La verdad es que la chica si es agradable, he visto varios de los videos que tiene con su hermana, les dejo esta de mis favoritas: 

 

https://www.youtube.com/watch?v=L_ZRQbc0uBs

 

Y el super breve avance de Disney.

 

https://www.youtube.com/watch?v=m8-EOJHgByg

 

Desde mucho tiempo antes, al saberse que se elegiría a una afrodescendiente para tomar este papel, la cantante recibió ataques racistas donde señalaban que este cambio es a causa de lo que han definido como «inclusión forzada».

Me habría gustado decir que eso es falso y lo dije hasta ver que el reparto de «La Sirenita» está encabezado por Halle Bailey en el papel de Ariel, mientras que Jonan Hauer-King interpretara al príncipe Eric. En el rol de la villana, Melissa McCarthey encarnará a Úrsula y su némesis, el rey Tritón, correrá a cargo de Javier Bardem.

Notamos entonces que la mayoría de los personajes no son afrodescendientes. Ni siquiera el papá de la sirenita, o la villana y nada nos indica que la historia tenga un cambio significativo

Con el rechazo generalizado en redes sociales y el récord en más «dislikes» en Youtube las autoridades en la compañía están pensando no presentar la película en cines e irse directamente al canal. Sin hablar acerca de sus razones para no presentar en el avance a todos los otros miembros del elenco y la historia.  

El avance en la versión animada se centraba en la aventura de todos, como este ejemplo del aniversario:

 

https://www.youtube.com/watch?v=1RP1bOeCyyM

 

Esta es de las razones en que afirmo que la propuesta de tener una sirenita afrodescendiente fue para decir «lo intentamos, pero no funcionó», «es que la gente no quiso» y frases parecidas.   Así justificarán no volver a «intentarlo» dado el gran margen de pérdidas económicas en lugar de cumplir con lo que «dicen» estar impulsando.

En este punto dirán que miento porque ya hubo una «sirenita negra» amiga de Ariel. Esta sirenita fue nombrada Gabrielle en honor a Gabriella Angelina Bommino, una pequeña niña de dos años que falleció de leucemia en Estados Unidos, en 1993.Su personaje resulta ser sorda y aparece en dos capítulos de la serie que sirve de precuela a la película, emitida entre 1992 y 1994, con hasta 31 episodios cortos.

Gente. Estamos hablando de encarnar a la protagonista, no a una amiga a la que ayuda. En todo caso Gabrielle sería un muy buen elemento a agregar entre los acompañantes de Halley/Ariel si tomamos en cuenta la experiencia que le espera al no poder hablar por el pacto que hace.  

La realidad es que a los de Disney no les importa que las niñas cuya respuesta al ver a Halle Bailey fue un entusiasmo genuino muy cercano a la felicidad se decepcionen al no poder ir al cine y verla en la pantalla grande como las otras cintas. Es de las razones por las que decidí escribir de este tema y mencioné que me impulsaba una de las cartas de JRR Tolkien, el cual acusó a Disney de ser en sus prácticas comerciales «simplemente un tramposo: dispuesto e incluso ansioso por defraudar a los menos experimentados con engaños lo suficientemente ‘legales’ para mantenerlo fuera de la cárcel»; agrega que sus propios asuntos están en manos de Allen & Unwin («una firma con la más alta reputación»); que él mismo «no es inocente del afán de lucro» (aunque «no debería haberle dado ninguna consideración a ninguna propuesta de Disney. No soy tan pobre (…)»; y que ha sido retrasado por algunas semanas en terminar esa carta a causa de enfermedad y falta de secretaria.

Con esto dicho hay quien me dirá que tomar el cuento original de Andersen y respetar «su esencia» obligaría a la compañía a tener una sirenita blanca. Me mostrarían las publicaciones y tratarían de citar el cuento donde ella es más blanca que la espuma con la que se compara la «Negrita Cucurumbé» de nuestro ya casi olvidado Francisco Gabilondo Soler «Cri Crí».

Les ahorro la molestia. Aquí está la cita:

 

Hacía muchos años que el rey del mar era viudo; su anciana madre cuidaba del gobierno de la casa. Era una mujer muy inteligente, pero muy pagada de su nobleza; por eso llevaba doce ostras en la cola, mientras que los demás nobles sólo estaban autorizados a llevar seis. Por lo demás, era digna de todos los elogios, principalmente por lo bien que cuidaba de sus nietecitas, las princesas del mar. Estas eran seis, y todas bellísimas, aunque la más bella era la menor; tenía la piel clara y delicada como un pétalo de rosa, y los ojos azules como el lago más profundo; como todas sus hermanas, no tenía pies; su cuerpo terminaba en cola de pez.

 

Ahí sale el principal argumento tanto de los que desde su racismo niegan que la protagonista pueda ser «de color» hasta mi afirmación de que Disney desaprovechó una oportunidad para retomar tanto el cuento como la mitología africana y adaptarla a la sociedad en que vivimos conectando el cuento de Andersen con la cultura de la población afrodescendiente a la que dice querer representar más.

Esto es con el personaje de la abuela. La verdadera reina del mar y que puede ser interpretada como una orgullosa «Mami Wata» benigna pero prudente respecto a los humanos y los europeos en especial.

Conozcamos a este personaje de la mitología africana.

La apariencia de su pelo va desde liso, rizado a muy rizado y peinado hacia atrás. Incorrectamente, muchas fuentes occidentales han sugerido el nombre «Mami Wata» como inglés pidgin para «Madre Agua», aunque es imposible ya que las deidades existían en África mucho antes de que la colonización del continente permitiera infiltrarse al inglés. Mami Wata tiene origen etíope y egipcio, relacionándose a la antigua cultura, sistema de creencias espiritual y folclore africano. Las palabras etíopes «mama» indicaban sabiduría y verdad, mientras «uat-ur» significaba agua oceánica. Además, en algunos lenguajes primitivos de Sudán, «wata» se refiere a una mujer. Considerada comúnmente como una sola entidad, el término se refiere a un panteón de deidades acuáticas africanas. Estas culturas africanas eran matriarcales y consideraban que «Mami Wata» puede referirse a hombres y mujeres, aunque suelen ser femeninas y tener esta forma en el arte.

Para ganar el favor de Mami Wata, uno debe estar limpio y con un olor dulce tanto por dentro como por fuera. Los fieles se bañan y beben polvos de talco antes de acercarse a su altar, prolijamente decorado con frutas, conchas, artefactos de porcelana, un espejo y peines. El olor a perfume flota en el aire.

La forma en que la abuela se presenta y arregla a cada una de las sirenas en el cuento nos habla de este aspecto. Su orgullo y entrega a la familia.  

Cierto es que Mami Wata   tiene dos formas de manifestarse, dando buena fortuna a quienes le son leales o ser muy destructiva. Estas representaciones existen entre las poblaciones que fueron esclavizadas. 

Una recreación del altar de Santa Marta la Dominadora en República Dominicana, así como un video de uno en uso, ilustran la evolución de la imagen de Mami Wata al cruzar el Atlántico. En este altar, la negra o africana Santa Marta es fuerte y dominante, rodeada de culebras y serpientes. Ella invierte la historia de Eva en el Jardín del Edén mientras controla a la serpiente y encarna el extraordinario poder femenino sobre las fuerzas negativas y destructivas.

Al igual que la sirena, las imágenes de los encantadores de serpientes también se fusionaron con los espíritus africanos del agua. No mucho después de su publicación en Hamburgo, Alemania, alrededor de 1887, un cartel cromolitográfico del encantador de serpientes samoano Maladamatjaute llegó a África Occidental, probablemente a través de marineros africanos o comerciantes europeos. En esta sección se muestra una edición posterior de esta imagen icónica. En África, el cartel tuvo un impacto dramático y casi inmediato.

Para 1901, el encantador de serpientes ya había sido interpretado como un espíritu acuático africano, traducido a una imagen tallada tridimensional e incorporado a un tocado de espíritu acuático en la región del delta del río Níger en Nigeria.

Esto nos puede remitir a otra cita del libro y a un personaje que si aparece en la cinta. La bruja malvada «Úrsula». Esta es la cita del cuento:

 

Llegó luego a un vasto pantano, donde se revolcaban enormes serpientes acuáticas, que exhibían sus repugnantes vientres de color blanco amarillento. En el centro del lugar se alzaba una casa, construida con huesos blanqueados de náufragos humanos; en ella moraba la bruja del mar, que a la sazón se entretenía dejando que un sapo comiese de su boca, de igual manera como los hombres dan azúcar a un lindo canario. A las gordas y horribles serpientes acuáticas las llamaba sus polluelos y las dejaba revolcarse sobre su pecho enorme y cenagoso.

 

¿Es tan complicado imaginarse a la tía abuela amargada y rencorosa que buscará tener ganancias de los sueños y temores de las más jóvenes? ¿A una abuela cuyo corazón roto al morir la hija puede convertirla en un ser destructivo?

Ya hemos hablado que en estos tiempos es parte de lo que se vive y el éxito de historias como «Encanto», «Frozen» y «Red» en la que los problemas familiares no deben heredarse.

Ahora. Tenemos una heroína capaz de no hacer daño a la persona que le compartió el mundo diferente a pesar de que eso pone en peligro su vida. Recordemos que en el cuento la sirenita sacrifica su voz y acepta el dolor de sus piernas para convivir con el príncipe con la esperanza de que se enamore de ella. Pero eso no sucede y está condenada a morir.

Así lo dice el cuento original:

 

Se hizo la calma y el silencio en el barco; sólo el timonel seguía en su puesto. La sirenita, apoyados los blancos brazos en la borda, mantenía la mirada fija en Oriente, en espera de la aurora; sabía que el primer rayo de sol la mataría. Entonces vio a sus hermanas que emergían de las aguas, pálidas como ella; sus largas y hermosas cabelleras no flotaban ya al viento; se las habían cortado.

 

En esta historia la abuela está angustiada y las hermanas hicieron el sacrificio por un arma que salvara a la sirenita. La descripción de cómo no lo hace impacta.

La sirenita descorrió el tapiz púrpura que cerraba la tienda y vio a la bella desposada dormida con la cabeza reclinada sobre el pecho del príncipe. Se inclinó, besó la hermosa frente de su amado, miró al cielo donde lucía cada vez más intensamente la aurora, miró luego el afilado cuchillo y volvió a fijar los ojos en su príncipe, que, en sueños, pronunciaba el nombre de su esposa; sólo ella ocupaba su pensamiento. La sirena levantó el cuchillo con mano temblorosa, y lo arrojó a las olas con un gesto violento. En el punto donde fue a caer pareció como si gotas de sangre brotaran del agua. Nuevamente miró a su amado con desmayados ojos y, arrojándose al mar, sintió cómo su cuerpo se disolvía en espuma.

 

Y esto es lo que cambia radicalmente en las dos versiones que la gente que rechaza a la cantante afrodescendiente tanto menciona. De hecho, me parece bien que se cambie el final por uno de los gastados de Disney con el matrimonio de la princesa en lugar de uno que trata de moralizar y dar esperanza sin lograrlo al convertir a la sirena en algo parecido a un «ángel de la guarda».  

¿Qué no acabo de quejarme de que el príncipe sigue siendo caucásico? Si, pero si se fijan este final permite tener un mestizaje que en el siglo pasado era considerado algo insoportable. De hecho, la forma en que se ha reaccionado a muchos personajes interpretados por afrodescendientes nos muestra lo importante que sería que hubiera una unión que rompa con esos prejuicios.

Habría sido interesante que Disney encontrara la forma de equilibrar las versiones. Más ahora que las comunidades africanas y afrodescendientes se están planteando la colonización y la esclavitud. ¿Que la sirena demuestre a su abuela que «hay humanos que valen la pena» y su padre derrote a la rencorosa bruja que estorba al matrimonio?

No se requiere agregar mucho para eso. En la conversación que tiene el padre con la sirena se puede decir algo parecido a «Cuando tu madre murió, a tu abuela, Mami Wata, se le rompió el corazón y se fue del reino porque me negué a permitirle atacar a los humanos. Si ella que era tan noble cambió así, no se lo que yo haría si te pasara algo».

Y al final mientras el príncipe defiende a Ariel de una malvada criatura que se hizo pasar por ella, confirmar que Úrsula es «Mami Wata» que ya no quería usar ese nombre luego del destierro y que le hereda a Ariel los tesoros de su juventud luego de confirmar que el príncipe realmente la ama.

¿Que si eso no es seguir exagerando los cambios? Existen ejemplos en otras películas y funcionan.

Ya está visto que el cuento original permite esta integración y más cuando se dice que es apoyar a las nuevas generaciones a reconocerse en una sociedad plural. Disney desperdició la oportunidad de crear algo mucho más elaborado y capaz de demostrar que no es sólo «inclusión forzada» sino toda una perspectiva sobre la población a la que se dice querer dar más representación. 

 Si. Sé que hay otro personaje que llamó la atención enredes sociales. El Hada Azul que tampoco llegó al cine y la nueva adaptación de Pinocho de Disney. Estoy esperando poder ver la versión de Guillermo del Toro para poder tener un buen punto de referencia porque sé que la película actual también se desvió tanto del cuento como de la versión animada y me han comentado que no logra enfocarse en cómo narrarlo.

Por ahora, todavía con la fuerte influencia de semanas leyendo las cartas y otros textos de JRR Tolkien quiero cerrar esto con unos apuntes. suyos,» Sobre los cuentos de hadas » un ensayo que analiza los cuentos de hadas como una forma literaria. Fue escrito como una conferencia titulada «Cuentos de hadas» para la conferencia de Andrew Lang en la Universidad de St Andrews, Escocia, el 8 de marzo de 1939:

 

Pero cuando hayamos hecho toda esa investigación (recopilación y comparación de los relatos de muchas tierras) se puede hacer; cuando hemos explicado muchos de los elementos que comúnmente se encuentran incrustados en los cuentos de hadas (como madrastras, osos y toros encantados, brujas caníbales, tabúes sobre los nombres y similares) como reliquias de antiguas costumbres que alguna vez se practicaron en la vida diaria, o de creencias que alguna vez se tuvieron como creencias y no como “fantasías”— queda todavía un punto olvidado con demasiada frecuencia: ese es el efecto producido ahora por estas cosas viejas en las historias tal como son(…)

 

(…) La fantasía también tiene un inconveniente esencial: es difícil de lograr. La fantasía puede ser, como creo, no menos sino más subcreativa; pero en cualquier caso se encuentra en la práctica que “la consistencia interna de la realidad” es más difícil de producir, cuanto más diferentes son las imágenes y los reordenamientos del material primario a los arreglos reales del Mundo Primario. Es más fácil producir este tipo de “realidad” con material más “sobrio”. Así, la fantasía, con demasiada frecuencia, permanece subdesarrollada; es y ha sido usado frívolamente, o sólo a medias en serio, o simplemente como decoración: sigue siendo meramente “fantasioso”. Cualquiera que herede el fantástico dispositivo del lenguaje humano puede decir el sol verde. Muchos pueden entonces imaginarlo o imaginarlo.

Hacer un Mundo Secundario dentro del cual el sol verde sea creíble, dominando la Creencia Secundaria, probablemente requerirá trabajo y pensamiento, y ciertamente requerirá una habilidad especial, una especie de oficio élfico. Pocos intentan tareas tan difíciles. Pero cuando se intentan y se logran en algún grado, entonces tenemos un raro logro del Arte: de hecho, el arte narrativo, la creación de historias en su modo principal y más potente. (…)».

«(…) Los cuentos de hadas no son en modo alguno matrices rocosas de las que los fósiles no puedan ser extraídos excepto por un geólogo experto. Los elementos antiguos pueden ser eliminados, olvidados y eliminados, o reemplazados por otros ingredientes con la mayor facilidad: como lo demostrará cualquier comparación de una historia con variantes estrechamente relacionadas. Las cosas que están allí a menudo deben haber sido retenidas (o insertadas) porque los narradores orales, instintivamente o conscientemente, sintieron su «significado» literario. Incluso cuando se supone que una prohibición en un cuento de hadas se deriva de algún tabú practicado hace mucho tiempo, probablemente se ha conservado en las últimas etapas de la historia del cuento debido al gran significado mítico de la prohibición. De hecho, un sentido de esa importancia puede haber estado detrás de algunos de los tabúes mismos. No lo harás, o de lo contrario partirás empobrecido en un arrepentimiento sin fin. Los “cuentos infantiles” más tiernos lo saben. (…)»

«(…) Los niños están destinados a crecer, y no a convertirse en «Peter Pans». No perder la inocencia y el asombro, sino emprender el viaje señalado: ese viaje en el que ciertamente no es mejor viajar con esperanza que llegar, aunque debemos viajar con esperanza si queremos llegar. Pero es una de las lecciones de los cuentos de hadas (si podemos hablar de las lecciones de las cosas que no dan lecciones) que en la juventud inexperta, torpe y egoísta, el peligro, el dolor y la sombra de la muerte pueden otorgar dignidad, e incluso a veces sabiduría (…).

«(…) Entonces, como una rama de un arte genuino, los niños pueden esperar que los cuentos de hadas sean aptos para que los lean y, sin embargo, estén a su medida; ya que pueden esperar obtener una introducción adecuada a la poesía, la historia y las ciencias. Aunque puede ser mejor para ellos leer algunas cosas, especialmente cuentos de hadas, que están más allá de su medida en lugar de estar por debajo de ella. Sus libros, como su ropa, deben permitir el crecimiento, y sus libros, en todo caso, deben alentarlo(…)».

 

Título original: The Little Mermaid

Año: 2023

País: Estados Unidos

Dirección: Rob Marshall

Guion: Jane Goldman, David Magee, Ron Clements, John Musker. Cuento: Hans Christian Andersen

Música: Alan Menken, Lin-Manuel Miranda

Fotografía: Dion Beebe

Reparto: Halle Bailey, Daveed Diggs, Javier Bardem, Melissa McCarthy, Jacob Tremblay, Awkwafina, Jonah Hauer-King, Noma Dumezweni, Emily Coates, Jude Akuwudike

Productora: Lucamar Productions, Marc Platt Productions, Walt Disney Pictures. Distribuidora: Walt Disney Pictures

 

 

 

 

Viviana Y. Mendoza Hernández es egresada de la Facultad de Letras de la UACH, es autora de la novela Buscando una vida normal publicada en 2007 por la editorial de la misma universidad, así como algunos textos de sus tiempos como estudiante. Ha participado en diversas actividades de promoción y difusión cultural, así como de lecto-escritura para educación básica. Actualmente colabora (entre otros espacios digitales) en el periódico digital El Devenir de Chihuahua en la sección de cultura y escribe en Estilo Mápula la columna Cine Viv.

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