Presentación del artista José Guadalupe Esparza Cisneros. Jesús Chávez Marín

Presentación del artista José Guadalupe Esparza Cisneros

 

 

Por Jesús Chávez Marín

 

 

En 1971 conocí en el trajín de nuestras relaciones comerciales a José Guadalupe Esparza Cisneros; yo tenía un estacionamiento de carros en el centro y él tenía, tiene, una imprenta; él se estacionaba conmigo y yo mandaba hacer en su imprenta la papelería del negocio. Al poco tiempo nos hicimos grandes amigos, en sus escasos ratos libres tomábamos café juntos, contábamos historias, grillábamos y no dejábamos títere con cabeza.

Desde luego supe que Esparza es un espíritu muy finamente labrado y que su alma de artista se expresa en todos sus movimientos, su voz, las palabras y los productos de su trabajo, siempre enérgico y elegante. Intercambiábamos sugerencias de libros, porque él es gran lector y porque yo también procuro serlo. Admiraba la belleza gráfica de su producción, la cristalina ortografía y los acabados de su impecable manufactura.

Esparza es de aquellos impresores que cultivan una profunda ética de su oficio. Cursó su educación primara en la escuela Práxedes G. Guerrero, ubicada en la colonia Obrera. Estudio en la Escuela de Artes y Oficios la carrera técnica en artes gráficas. Se inició desde joven trabajando en la Imprenta Estrada, y en 1954 inició su propio negocio, la Imprenta Esparza, misma que sigue operando, ahora bajo la administración de su hija Sandra Luz Esparza López.

Por otro lado, Esparza fue socio fundador de la Cámara de Artes Gráficas de Chihuahua, de la que llegó a ser presidente, y delegado en Chihuahua de la Cámara Nacional. También fue integrante de la Cámara Junior de Chihuahua, organización de la sociedad civil que agrupaba a empresarios que realizaban una gran labor social, creando en su momento el Banco de Leche y la actividad El Kilómetro del Peso, que tenía como objetivo recaudar fondos para personas vulnerables. Para financiar sus actividades, esta organización trajo artistas de talla internacional como lo fueron Columba Domínguez, Rubén Cepeda Novelo, María Victoria y Raphael.

Otro de los elementos de su actividad es la escritura. Publicó un libro de su autoría que se titula Federico.

La exposición que Esparza presenta hoy es una colección de sus esculturas de papel maché, que ha venido realizando desde hace muchos años. Puede decirse sin error que mi amigo ha cultivado ese arte durante toda la vida, arte en el que no solo destaca la expresividad de las figuras sino también la alegría de los colores, los cuales combina con la exactitud y la certeza de su buen gusto.

La estructura de las piezas de Esparza es bastante compleja, y labrada con paciencia de chino, con la meditación de un hombre espiritual. Aunque la base material de su técnica es en principio el papel maché, para dotar de vida simbólica a sus figuras integra en la acción a la madera, como otro de los materiales esenciales de su producción. No la madera domesticada que puede conseguirse por bloques en las madererías, sino las duras raíces, las ramas cortadas en la poda de los árboles. Si va al campo, regresa con ásperas piezas que se transfigurarán en su taller con la laboriosidad de las manos y la mirada de su corazón de artista.

Cada una de las piezas empezó a imaginarse primero. Desde el inicio de su construcción, Esparza escribe primero un guion, una historia que contar. Cada una de las figuras es protagonista de esa vida nueva que los materiales van germinando. Lo mismo una mujer misteriosa que llegó de lejos, o un pachuco que aprendió a trabajar, que un artista en su momento de gloria. Es todo eso, más todo el simbolismo que el espectador quisiera darle a cada una de estas bellas esculturas de José Guadalupe Esparza Cisneros.

Muchas gracias por su atención.

 

Texto leído en la apertura de la exposición Figuras con alma, en el Museo Tarike de la ciudad de Chihuahua.

 

Junio 2022

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