El padre. Patricia Lozoya

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El padre

 

 

Por Patricia Lozoya

 

 

Si no fuera por la certeza de que la línea final es el comienzo

y de que la vida en realidad inicia detrás de la cortina;

si no fuera porque el ciclo de la vida tiene puntos convergentes

y que después de todo terminamos siendo semillas elementales,

sembradas con esmero por las manos expertas del Labriego.

 

Si no fuera, padre, estaría desconsolada al pensar en separarnos.

Pero tú y yo, tú y nosotros, nosotros y la vida no sabemos despedirnos.

Confiamos en la gracia de volver a vernos,

en volver a coincidir más allá del sueño profundo,

justo al despertar en brazos del Amor.

 

Sé que he de extrañarte y he de llorar tu ausencia,

a solas, cuando me asalte el recuerdo de tu risa,

de tus carcajadas abiertas, de tu voz

llamándome por el nombre que me diste,

de tu forma de amarme

y de todos los momentos y aventuras vividas a tu lado.

Pero me consolaré al pensar que vuelves a casa,

a tus padres, a los que amaste y te amaron,

que enfilas el camino rumbo a la tierra que labraste;

y que vas seguro y libre de la mano amorosa que te dio vida con Su Vida.

 

Sé que te heredas el derecho de dejar tu esencia

en los rincones de tu casa, de tus cosas,

en el esfuerzo diario y constante de mis hermanos

en el orgullo que siempre sentiste por tus hijos,

y hasta en el eco de autoridad de tu voz, obedecida al instante.

 

A mí me queda el orgullo de llevar tu sangre corriendo por mis venas,

la bendición de haberme formado a base de obstáculos y retos,

de tu optimismo y fortaleza tatuada en mis genes

y de la que hiciste alarde en tus momentos más dolorosos. 

Declaro para ti la promesa de la vida eterna ganada en una cruz

y reclamo el privilegio infinito del amor,

que no termina contigo y que se multiplica en mí

al pensar en que tengo que soltarte de la mano.

 

Vives mi padre.

Y prometo no olvidarte para que vivas siempre.

Te quedarás conmigo,

acurrucado en el costado de mi alma,

hasta volver a vernos del otro lado del camino.

 

 

 

 

Martha Patricia Lozoya Nájera comenzó su carrera profesional muy joven en el área de servicios enfocados a lo contable. Durante la formación académica participó en eventos literarios, tanto de escritura como de oratoria y declamación. En 2015 participó en la antología poética Girasoles, sueños y palabras, que incluye a escritoras de diversas ciudades de la república mexicana. Ese mismo año se incorporó al staff de Clave ETR Comunicación en Libertad, equilibrio en movimiento, de Radio Universidad en Chihuahua, en el programa La voz del corazón. Tiene en prensa su libro Con remitente y destinatario, que saldrá a la luz en 2019.

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