Hace unas semanas visité a Nohé Portes y a David Tijerina en su programa Por amor al arte, una transmisión en vivo que ellos realizan en la página de Facebook de Melies A.C. La invitación surgió a partir del aniversario luctuoso del escritor regiomontano Eligio Coronado. Durante aproximadamente una hora, estuvimos platicando algunos datos y anécdotas del entrañable maestro.
Ese día, antes de salir de casa, busqué entre mis libros los escritos por Eligio, con la intención de compartir algunos de sus textos. En la búsqueda, me encontré con un libro que él había prologado y que tenía poemas del buen Nohé, pero también de dos amigos: Antonio Sánchez Ramírez y Delfos Moyano. El libro se llama Tres locos y un café, y si bien ya lo había leído, quise releerlo una vez más y lo eché en la mochila que llevo al trabajo, con el deseo de aprovechar algún tiempo muerto en la oficina y hojearlo. La publicación fue editada por Román Castillo Editores en agosto de 2015. Si no han tenido oportunidad de leerlo, les comparto dos poemas de cada autor con el deseo de despertar su interés y que lo adquieran si no lo han leído, o de recordárselo si es que ya lo hicieron.
Antonio Sánchez Ramírez
Vicioso…
Es tan dulce la miel de tus labios
que la verdad me pasaría horas enteras
libando de ese néctar que se ha convertido
en el más arraigado de mis vicios…
porque tengo el vicio de tocar tu piel,
el vicio de mirarte, el vicio de hablarte,
el vicio de escucharte, de respirarte,
el vicio de estar en ti, de entrar en ti,
en tu imaginación, en tus pensamientos
de ser yo tu único pensamiento,
a cada momento, sediento de ti
de tus besos…, en fin
mi vicio, mi vicio… eres tú.
p. 54
La copa
Tomé hoy en tu honor la última copa
y mañana, no sabrás ya más de mí.
Tu nombre ya no pronunciaré,
mucho menos los recuerdos que hay de ti.
Me fallaste como nadie me ha fallado
y mataste una gran parte de mi ser,
me dijiste que tu amor había acabado,
que era de otro todo, todo tu querer.
Pero el tiempo es quien pone en el camino,
piedra o sombra, según sea el merecer,
me ha dado para entregarle mi cariño,
una sombra en forma de mujer.
p. 64
Delfos Moyano
Quisiera
Quisiera ser como antaño
de alma tranquila y buena
alma de niño
alma que vuela
quisiera analizar a la pelota
en vertical ascendente
esperando quede quieta
y que Dios me la regrese
y sentir que el creador
su tiempo me dedique
y disfrutando ese candor
conmigo juegue y platique.
p. 80
Canto
Vengo a encantarle a la vida
vengo a cantarle al amor
vengo para el que me siga
tenga un mundo mejor
Quiero que ya no haya guerras
quiero en el mundo la paz
quiero que no haya fronteras
Quiero la fraternidad
Amo a las gentes buenas
amo a quien sabe amar
amo aunque amar no sepas
amo a la humanidad
p. 82
Nohé Portes
Dilema
Me llueve tu recuerdo
y no sé si sacudirme
tu ausencia
o tu presencia
de las entrañas
mojadas de ti.
p. 98
Calle sola
Esta calle
del centro de la ciudad
está tan sola y oscura
como el pensamiento
de este hombre que te ama.
p. 103
Más información sobre el libro en la siguiente liga:
Benito Rosales Barrientos nació en Monterrey, ha participado en talleres literarios de su ciudad natal. Es autor de los libros: Sobre la cornisa del laberinto, poemas; Cuando estos cielos caigan como ojos de gato, poemas; Las flores del jardín, cuento, 2017; La niña y la serpiente, cuento, Metimos la pata, entre otros.
