Electrónica para tu cerebro
Por Karly S. Aguirre
Para Fer Lugo
Hola, chico listo ¿Quieres pasar un buen rato conmigo? prometo volar tu mente. Atrévete, no seas tímido.
Oh, puedo ver ese enorme bulto que sobresale de tu cabeza, Mmmh… sesudo.
¿Qué dices? ¿Qué quieres saber qué hago cuando estoy sola y pienso en ti? Siempre tengo esta fantasía de llevarte a mi habitación bajo el pretexto inocente de hacer un experimento cerebral juntos, explorando los misterios de tu mente, y cuando estés desprevenido pedirte que me muestres tu conexión más profunda: arrojarte a la cama, rasgar tu corteza, lamer toda la cisura interhemisférica, saborearte desde el lóbulo frontal hasta el lóbulo occipital. Morder deliciosamente tu hipotálamo hasta que suba tu temperatura sin control y a pesar del dolor supliques por más. Ahogarme con la hipófisis hasta que mande las señales correspondientes a tus órganos relacionados con las hormonas. Succionarte el cerebelo hasta que te tiemblen las piernas y no tengas control de tus músculos. Frotarte el bulbo raquídeo hasta aumentar tu frecuencia cardiaca y finalmente montar tu tronco encefálico hasta que hagan corto circuito tu sistema nervioso central y el periférico.
Y en ese momento, cuando el éxtasis de la experiencia nos consuma, te miraré a los ojos y veré el brillo de tu inteligencia reflejado en cada sinapsis que chisporrotea entre nosotros. La habitación se llenará de susurros eléctricos, y la energía de nuestras mentes se fusionará en una danza hipnótica, donde los límites del placer y del conocimiento se desdibujan.
Te envolveré en una atmósfera de deseo y curiosidad, como si estuviéramos en un laboratorio desafiando las leyes de la lógica y la razón. La pasión se convertirá en nuestro experimento más atrevido, y cada suspiro será un descubrimiento, cada roce una revelación.
Mientras nos perdemos en ese torbellino de sensaciones, me daré cuenta de que no solo he volado tu mente, sino que también he tejido una conexión profunda que va más allá de lo físico. Lo que parecía un juego se transformará en un viaje por territorios inexplorados, donde cada rincón de tu ser se vuelve un misterio que estoy dispuesta a develar.
Así que, chico listo, ¿estás listo para dejarte llevar? Prometo que la experiencia será inolvidable, y juntos, desentrañaremos el enigma que hay entre tus pensamientos y mis deseos, fusionando nuestras almas en una tormenta de conocimiento y placer.