Cocodrilo Bit
El adiós de la Revista Literaria Trinando
Por Benito Rosales
Conocí la Revista Literaria Trinando por medio de su página de Facebook. Mes con mes lanzaban una convocatoria para conformar el número que publicaban de manera electrónica en la Web. Algunos de mis cuentos, antes de estar en libros, estuvieron publicados en sus páginas, y otras veces, textos que aparecieron en mis libros fueron difundidos en su revista. El trato hacia mi persona siempre fue amable por parte de los administradores: cálido, cercano, atento, lejos de esa frialdad que, al menos en mi experiencia, es común en la mayoría de las ediciones de este tipo, donde cuesta incluso confirmar la recepción de un correo. En Trinando no era así: los correos iban y venían cuantas veces fuera necesario y, si había que discutir algo más por otro medio, así se hacía.
Es una pena que haya dejado de existir, o que al menos ahora su operatividad esté pausada. Según entiendo, el problema surgió por la falta de pago a la empresa que provee el dominio y el nulo financiamiento con el que cuenta la revista. En otras publicaciones he comentado sobre el valor que, en mi opinión, tienen los autores independientes y los espacios culturales independientes, entendidos estos como iniciativas ajenas a las impulsadas por la estructura gubernamental. En esa misma línea, proyectos de difusión como las revistas culturales, entre ellas Trinando, juegan un papel importante, pues son la plataforma ideal que encaja muy bien con la literatura independiente, al permitir su difusión. Desconozco los números de Trinando: ignoro cuántos autores lograron publicar en casi diez años de existencia, no sé a cuántos países llegaron ni cuántos textos fueron registrados en sus páginas. Me atrevo a decir que no es un número menor, ya que su publicación mensual solía ser muy completa y variada.
Platicando con Mario Bermúdez, el director y fundador, por medio de WhatsApp (él reside en Bogotá y yo en Monterrey), después de meses de buscar una solución, llegó el día en que simplemente ya no pudo continuar. Le comentaba sobre la importancia de ver esto como un aprendizaje; es difícil mantener un proyecto de esta envergadura sin tropiezos cuando se carece de una infraestructura organizacional que le dé soporte. Aquí lo que mueve es el amor a la literatura y al arte en general, una voluntad y un deseo genuino de promover libros, autores, textos, pero a veces, por más que se intente, esto no es suficiente.
Desde este espacio de la revista Estilo Mapula quiero enviar un abrazo fraternal a Trinando, a sus administradores y colaboradores, con la esperanza de que esto solo sea una pausa y que luego regresen con más fuerza. Quiero decir públicamente que admiro la tenacidad de Mario y confío en que, como en otras ocasiones, resolverá esta situación.
Les comparto su página de Facebook por si desean escribir algunas palabras de aliento en su muro y, ¿por qué no?, donar, que es lo que más necesitan en este momento.
https://www.facebook.com/RevistaTrinando/about?locale=es_LA
25 agosto 2024