Foto Pedro Chacón
Las palabras. Cuando llegamos al mundo
Por Sergio Torres
Las palabras. Cuando llegamos al mundo somos todo sensación, sabemos que sentimos algo, pero ni sabemos qué es ni como expresarlo. A través del llanto nuestro equipo de cuidadores ‒tuve la fortuna de nacer sexto en una familia de nueve hijos, así que tuve madre, padre, tías, abuelas, hermanas y hermanos al pendiente mío‒. Nunca falta quien que se da cuenta de que algo nos falta: comida, cambio de pañal, un abrazo, dormir. Esto va definiendo lo que sentimos, el entorno y nuestra relación con él y con sus otros actores: descubrimos el mundo a través de las palabras que nos expresan; creemos asir el mundo en directa proporción al lenguaje que vamos aprendiendo. También nos apropiarnos de un sonido que se convierte en nuestro nombre. ‒Se oye la casa muy callada, vayan a ver qué está haciendo el Sergio
‒Bájate de ahí.
‒Deja eso.
Esas voces eran mis nombres hasta los seis años, cuando ya salí de la supervisión casera y caí en la vigilancia escolar. Después del nombre aceptamos también algunos adjetivos que nos endilgan, que si somos como somos es por eso.