Chispa. Marco Benavides

Chispa

 

 

Por Marco Benavides

 

 

En el silencio de la noche, cuando el único sonido perceptible es el susurro del viento acariciando las hojas de los árboles, la chispa se revela como un destello de luz. Es en esos momentos de quietud y sombras que la chispa adquiere un significado peculiar, una metáfora de la esperanza emergiendo en la penumbra de la incertidumbre.

La oscuridad como un manto denso y aparentemente interminable se cierne sobre la vida en formas diversas. Puede ser la oscuridad de la soledad, esa sensación abrumadora de estar desconectado incluso en medio de la multitud. Puede ser la oscuridad de la pérdida, cuando el mundo parece desmoronarse y la luz se desvanece con la despedida de un ser querido. O puede ser la oscuridad de la incertidumbre, cuando el futuro se presenta como un vasto océano de posibilidades.

En este tapiz de sombras, la chispa se manifiesta como un recordatorio de que la luz persiste incluso en los momentos más sombríos. Es un destello diminuto pero poderoso, capaz de disipar la negrura que amenaza con envolvernos. Como un faro lejano, la chispa guía nuestros pasos en la oscuridad, ofreciendo una promesa de que, aunque el camino sea incierto, la luz eventualmente se abrirá paso.

En la narrativa de la vida, la chispa a menudo toma la forma de pequeños momentos de claridad. Puede ser una palabra amable en medio de la adversidad, un gesto de solidaridad en tiempos difíciles, o incluso la risa compartida que rompe la solemnidad de la tristeza. Estos destellos, en su simplicidad aparente, son las chispas que desafían la oscuridad, recordándonos que la esperanza puede residir en las cosas pequeñas y aparentemente insignificantes.

En el oscuro sendero de la soledad, la chispa puede emerger como una conexión inesperada. Tal vez sea un encuentro casual con un extraño que comparte una historia similar, o la sorprendente comprensión de un amigo que parece leer nuestros pensamientos sin que digamos una palabra. Estos momentos son las chispas que iluminan el camino hacia la conexión humana, demostrando que incluso en la más profunda de las soledades la posibilidad de la compañía siempre está presente.

La chispa también arde con fuerza en el corazón de la pérdida. Cuando la sombra de la tristeza se cierne después de una despedida dolorosa, la chispa se manifiesta en los recuerdos compartidos, en las risas que todavía resuenan en el aire y en la inspiración donde la presencia perdida continúa brindando. La chispa en la pérdida es un recordatorio de que aquellos a quienes amamos nunca nos dejan realmente, su luz persiste en nosotros y en las huellas que dejaron en el tejido de nuestras vidas.

En el vasto territorio de la incertidumbre, la chispa se convierte en una llama de posibilidades. Es fácil sentirse abrumado por la inmensidad del futuro, por la falta de garantías y respuestas definitivas. Pero en medio de esta oscuridad, la chispa nos insta a abrazar la incertidumbre como una tierra prometida. Cada elección, cada paso hacia lo desconocido, se convierte en un acto de fe, al afirmar que, a pesar de la oscuridad, hay un camino iluminado.

En medio de la complejidad y el caos de la existencia, siempre hay espacio para la maravilla. En la observación de la naturaleza, con sus ciclos de vida y muerte, la chispa puede manifestarse como la asombrosa renovación de la primavera después de un invierno implacable. En la contemplación del arte, con su capacidad para evocar emociones profundas y despertar la imaginación, la chispa puede surgir como la expresión de la creatividad humana en su forma más pura.

Es fácil pasar por alto la importancia de la chispa en la vida cotidiana, sumidos en sus demandas constantes. Sin embargo, es en estos pequeños destellos de luz que encontramos la esencia misma de lo humano. La capacidad de encontrar esperanza en la oscuridad, de descubrir la belleza en medio del caos y de conectar, a través de la vulnerabilidad, aspectos fundamentales de nuestra experiencia compartida.

 

16 diciembre 2023

 

 

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Marco Vinicio Benavides Sánchez es médico cirujano y partero por la Universidad Autónoma de Chihuahua; título en cirugía general por la Universidad Autónoma de Coahuila; entrenamiento clínico en servicio en trasplante de órganos y tejidos en la Universität Innsbruck, el Hospital Universitario en Austria, y en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Ha trabajado en el Instituto Mexicano del Seguro Social como médico general, cirujano general y cirujano de trasplante, y también fue jefe del Departamento de Cirugía General, coordinador clínico y subdirector médico. Actualmente jubilado por años de servicio. Autor y coautor de artículos médicos en trasplante renal e inmunosupresión. Experiencia académica como profesor de cirugía en la Universidad Autónoma de Chihuahua; profesor de anatomía y fisiología en la Universidad de Durango. Actualmente, investiga sobre inteligencia artificial en medicina. Es autor y editor de la revista web Med Multilingua.

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