El latido en el pecho. Presentación del libro No es luz mas enceguece
Por Patricia Lozoya
Buenas tardes, estimado público. Buenas tardes estimados compañeros Jesús Chávez Marín, Luis Kimball, y, por supuesto maestra Guadalupe Ángeles.
Cuántos de nosotros declamamos a Bécquer aquello de: ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía… eres tú.
Guadalupe Ángeles pregunta: ¿Qué tanta poesía necesitas para sobrevivir?
Para hacer poesía, este género literario considerado como una manifestación de la belleza por medio de la palabra, se requiere lograr la combinación de dos elementos: inspiración y composición.
Por un lado, el estímulo que genera la creación, la emoción, el sentimiento en sus diferentes manifestaciones: de odio, coraje, amor, enamoramiento, melancolía, nostalgia, dolor.
Y por otro, la utilización de esta inspiración junto con la habilidad de encontrar la palabra adecuada para expresarla.
Es decir, hay quienes creen que basta plasmar la emoción, el sentimiento, el ahogo en la garganta, el latido en el pecho, el estremecimiento en la piel, para decir que se es poeta. No dudo que hay virtuosos en este arte, tal como en la música hay quienes tienen la fortuna de poseer un “oído absoluto”. Sin embargo, para la mayoría, hay todo un trabajo en medio. Hay que saber cómo transmitirlos y para ello hay que escribir… hay que revisar y escribir, hay que depurar y escribir y escribir y escribir hasta lograr que aquello que se dice llegue al corazón, erice la piel, produzca suspiros, encienda el alma. Esa es la vocación de un escritor.
Un escrito, un texto, un poema, es más que el uso de la metáfora, el epíteto, las comparaciones, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la paradoja, la personificación, imágenes sensoriales, el oximorón, todo eso.
Un buen escrito requiere también el equilibrio, la cuota sensata de los recursos literarios, de los adjetivos, la supresión de vicios del lenguaje y la corrección constante.
Los griegos de la antigüedad opinaron que si hay un sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa, estaremos hablando de poesía.
Respecto a este género, el gran poeta y dramaturgo español Federico García Lorca dijo que poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio.
César Vallejo, escritor del poema Los nueve monstruos, opinó que un poema es una entidad vital mucho más organizada que cualquier ser orgánico en la naturaleza. Un poema muere si se le mutila un verso, una palabra, una letra, un signo ortográfico.
Recapitulando: Poesía es acción, creación; adopción; fabricación; composición. Un poeta que se precie de serlo tiene que dedicarse y dedicarle tiempo a la escritura, porque al talento y a la gracia hay que agregarle arte hasta lograr el equilibrio, la belleza, la exaltación de los sentidos de quien la crea y en quien la recibe.
Por mi parte, agradezco encontrarme con textos llenos de intención, de talento, de composición, de arte.
Hoy tenemos el honor de hacer la presentación del poemario No es luz mas enceguece, de Guadalupe Ángeles, el cual ponemos a su amable y también exigente consideración.
Hace unas semanas conocí y leí este libro. La primera impresión fue muy grata. Hay en sus poemas lo que los antiguos definirían como sentimiento estético. Las palabras se unen de una forma armónica logrando imágenes extraordinariamente ricas.
Son versos organizados de tal forma que pareciera nacieron libres para estar allí. Octavio Paz decía que “La poesía es conocimiento, salvación, poder y abandono”, que es también ejercicio espiritual y un método de liberación interior.
Encontré en los versos exactamente eso: una muestra de poder, de salvación, de abandono, de liberación. Encontré bastante inspiración. Sentí textos auténticos, fuertes, contundentes, nacidos del alma y el corazón de una mujer así mismo auténtica, fuerte ante un ejercicio espiritual de auto reflexión y auto reconocimiento.
Hace tiempo, en la presentación de otro libro, hice la alegoría de que así como el tener un hijo engendrado no necesariamente por el padre y acunado no necesariamente en el vientre sino también en el corazón, da sentido a la palabra padre, madre; así engendrar y dar a luz un libro da sentido a la palabra escritor@.
De Guadalupe Ángeles como escritora con este libro de poesía, siento que hay muchas vivencias, muchas emociones plasmadas que hoy se compilan en un texto recién nacido. Y que por sus características es auténtico, fuerte y contundente.
Yo como mujer y como escritora, al leer su libro me sorprendí muy gratamente. Disfruté cada poema, me puse por momentos en su lugar; en otros sentí mías las palabras, las frases, la nostalgia, la melancolía. En otros el duelo; me vi fuerte, fui al fondo de mí, rescaté y saqué a la luz junto con ella, sentimientos guardados. Me di el gusto de saborear cada poema y terminé diciendo: me hubiera gustado escribirlo yo.
Supe que estaba ante la tinta que no solo cumple con lo que dicta la inspiración y la composición, con el sentido estético; sino que hay otros elementos para mi gusto imprescindibles en todo quehacer de buen nombre: la pasión y el amor con el que son hechos.
Leo un fragmento de su poema “Romance 34”:
Soy mi sangre
no soy mi voz
soy mi impulso hacia lo vedado
soy una rama de futuro que florece
inevitable
Me quedo con eso y lo agradezco. Guadalupe Ángeles es esa rama. Esos poemas son sus flores. Auguro un futuro lleno de éxitos; no solo mercantil, sino literariamente hablando para el libro No es luz mas enceguece. Éxito que vendrá con toda seguridad para la escritora que hoy presenta su creación.
Así pues, maestra Guadalupe Ángeles, gracias por tus letras. Muchos lectores sin duda disfrutarán del talento y sentimiento de tu pluma y las harán propias. Ese finalmente, es el propósito digno de un libro. No solo ser comprado sino ser leído. Y no solo ser leído sino disfrutado. Y más. Esperar con ansias el siguiente.
Porque necesitamos mucha poesía para sobrevivir.
Deseo pues, no solo que el ejercicio de tu ser poeta te brinde éxito hoy, sino que te sea inminente siempre. Deseo que escribas muchos textos más. Que nos deleites con ellos. Que sigas floreciendo. Con el amor, la fuerza y la pasión con que diste a luz este poemario. Así que ¡Enhorabuena!
Ángeles, Guadalupe: No es luz mas enceguece. Armaño Ediciones, México, 2023.
Martha Patricia Lozoya Nájera comenzó su carrera profesional muy joven en el área de servicios enfocados a lo contable. Durante la formación académica participó en eventos literarios, tanto de escritura como de oratoria y declamación. En 2015 participó en la antología poética Girasoles, sueños y palabras, que incluye a escritoras de diversas ciudades de la república mexicana. Ese mismo año se incorporó al staff de Clave ETR Comunicación en Libertad, equilibrio en movimiento, de Radio Universidad en Chihuahua, en el programa La voz del corazón. Tiene en prensa su libro Con remitente y destinatario, que saldrá a la luz en 2019.