Espejeando. Ricardo Yáñez

Espejeando

 

 

Por Ricardo Yáñez

 

 

Óyeme, no, dije yo

cuando al espejo me vi.

Tú no eras antes así,

¿qué fue lo que te pasó?

Encima el tiempo, ¿qué más?

El tiempo, que todo acaba

o casi todo. Capaz

de que conmigo se clava.

Pos ponte trucha, muchacho

con visos de carcamán.

Cuídate mucho, que gacho

es verse cual tú. Y tantán.

Ese diálogo el espejo

y yo tuvimos, señores.

Bien fruncido el entrecejo

me dejó. Que cosas peores

que este visaje no dudo

existan, pero yo creo

que al espejo no saludo

de hoy en más. Está refeo.

Ya con esta me despido,

no de mí, que no se puede;

de ustedes, a quienes pido

discreción, y el mundo ruede.

Ruede el mundo. Yo rodé

como chamizo en la vida

que me tocó. ¿Para qué,

pa’ morir? Vaya salida.

¿Como chamizo o chamuco?,

oigo que el espejo dice

desde lejos. Pinche ruco.

Contestarle ya no quise.

 

 

 

Ricardo Yáñez nació en Guadalajara en 1948. Poeta, ensayista y narrador, estudió letras en la Universidad de Guadalajara y en la UNAM. Ha sido editor de El Ciervo Herido; profesor en la U. de G.; periodista fundador de El Sur, Unomásuno La Jornada; articulista y miembro de la mesa de redacción de la revista Mira, colaborador de Biblioteca de México, La Gaceta del FCE, La Jornada Semanal, Revista Universidad de México, Sábado, Siempre!, entre otros. Ha escrito y publicado los libros Ni lo que digo, Dejar de ser, Antes del habla, Si la llama, De rendimiento, Estrella oída, Vado, Piso de tierra, Papeles volando, Como al principio, Versos dicen y Desandar.

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