Tiempo en fuga. Gustavo Hirales Morán

Tiempo en fuga

 

 

Por Gustavo Hirales Morán

 

 

Ahí está el hombre, cierto;

resiste el hombre, es verdad;

pero su tiempo,

su más profundo tiempo,

se ha desvanecido…

 

¿Dónde quedó ese tiempo

profundo del hombre?

 

El hombre todavía piensa,

respira y llora, pero su tiempo,

el tiempo que le pertenecía

a él y solo a él,

ha desaparecido,

inexorablemente.

 

Sin embargo, se aferra

y permanece, roturando la tierra

y añorando …

 

El tiempo solo ama a aquellos

que él mismo ha engendrado:

a sus hijos, a sus héroes,

a sus portadores.

No amará nunca a los hijos

del tiempo pasado,

tal como las mujeres no aman

a héroes de otro tiempo,

ni las madrastras quieren

a los hijos ajenos.

 

Así es el tiempo: todo pasa,

todo cambia, solo él permanece

cual impasible y mudo vigilante.

 

Todo permanece,

solo el tiempo pasa,

parsimonioso como los arroyos

que tranquilamente

llevan sus turbias aguas

a desembocar.

 

O rápido y ligero,

o tumultuoso:

¡Qué ligero se va, sin hacer ruido,

qué ligero!

El tiempo,

el abominable tiempo,

el implacable tiempo,

el inasible tiempo,

el ruinoso tiempo inalcanzable,

“el tiempo el que pasó”.

 

 

 

 

Gustavo Hirales Morán, escritor mexicano, ha publicado La Liga 23 de Septiembre, orígenes y naufragioMemoria de la guerra de los justos, El complot de Aburto, Camino a Acteal, Chiapas, otra mirada y Siempre de nuevo. Escribe también periodismo en El Nacional y Unomásuno, Nexos y Etcétera.

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