The Sandman, la serie de Netflix, y la larga espera del escritor para compartir su sueño fuera del comic. Viviana Mendoza Hernández

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The Sandman, la serie de Netflix, y la larga espera del escritor para compartir su sueño fuera del comic

 

 

Por Viviana Mendoza Hernández

 

 

Escribir es magia. Lo dicen lectores y escritores como Stephen King, Carl Sagan y Neil Gaiman y en el mundo de los sueños hay una biblioteca donde existen todos los libros escritos, los jamás publicados, los que no serán y los que apenas se van a escribir. 

Esa idea universal es de los temas que más me han fascinado. La existencia de otras realidades y esa oportunidad de conocerlas. Así que me resulta inevitable escribir acerca de esto, pues uno de los autores que tratan este tema ha conseguido que su historia sea conocida desde otra perspectiva a nivel mundial. 

Es el momento de seguir la recomendación del mismo viejo amigo al que identifico como el tramposo gato que sale en la cinta animada de Coraline escrita y dirigida por Henry Selick, y escribir acerca de Neil Gaiman y uno de sus mundos más extensos, el del comic The Sandman, que ahora es una de las seres más caras y conocidas de Netflix y que me permite entender por qué ese amigo insistía en que buscara los comics (novelas gráficas) cada vez que había oportunidad de mencionar el tema. 

Diré algunos detalles del autor para dar una idea de alguien que algunos que ven televisión han encontrado en series como The Big Bang Theory en la tienda de historietas. 

Neil Gaiman comenzó su carrera como crítico y colaborador de diversas revistas sobre cómics, trabajando después como guionista, primero de manera independiente y luego para DC Cómics en Estados Unidos con Orquídea Negra.

En 1989 crea la serie The Sandman, la cual duró 75 números antes de que la cerrara en 1996.

Luego del éxito de The Sandman, Gaiman comenzó su carrera como escritor, primero con una colaboración con Terry Pratchett, Buenos presagios (1990), que se convertiría en una aclamada serie casi 20 años después, Good Omens, dirigida por Douglas Mackinnon y escrita por Gaiman, que también ejerció como productor. Está disponible desde 2019 en Amazon Prime Video. La serie es protagonizada por Michael Sheen, David Tennant, Jon Hamm y Frances McDormand. La recomiendo para quienes les gusta el humor y no se sienten incómodos con los temas religiosos. 

También escribió Neverwhere, la novelización de la serie de la BBC, y con American Gods consiguió el Premio Stoker y el Hugo. De esta serie no siente el mismo entusiasmo, pues los productores ignoraban sus recomendaciones y le mostraban los capítulos cuando ya estaban para presentarse al público, sin la oportunidad de revisar detalles que podían ser importantes. Situación que no sufrió ahora con Sandman.

En 2009 volvió a ganar el Premio Hugo con su novela juvenil El libro del cementerio, que le consolidó como uno de los escritores más populares de habla inglesa.

Su novela Stardust, así como su libro de 2002, Coraline, fueron llevadas al cine con gran éxito de público a nivel internacional. Como guionista ha participado en películas como Beowulf y Mirrormask, dos arriesgadas propuestas de animación que aún no veo. 

Lo que a muchos desesperó por años es que llegara a las compañías productoras a pedir que no se hiciera una película de Sandman, aunque la estuvieran pensando para una saga. 

Esto es lo que dijo acerca de su insistencia, en una entrevista para Entertainment Weekly.

 

Me había negado a involucrarme. Me había negado a escribirla. Me negué a ser el productor ejecutivo. No. Porque perdería el único poder que tenía, que era poder hablar en contra de una mala película de The Sandman. Afortunadamente The Sandman era demasiado cara para que alguien justificara su realización. Y si estás tratando de hacer una película de Sandman, la primera pregunta es, ¿qué es lo que vas a eliminar? Porque para cuando The Sandman se terminó, eran tres mil páginas de cómic. Entonces, ¿de qué trataría tu película entonces? […] Había una versión de un guion, y nunca olvidaré la primera línea: “¡Ajá, tontos mortales! ¡Como si tus insignificantes armas pudieran herirme, el poderoso Señor de los Sueños, ¡el Hombre de Arena!…” Y empeoró a partir de ahí.

 

Me alegra no poder imaginar la escena de ese guion. Sin importar que Sandman realmente desprecia a los humanos y a casi todo el mundo, esa pose de tipo rudo, para alguien cuyo poder está en lo que nuestra mente puede crear es, a falta de mejor palabra, burdo. 

Por suerte para el autor y para quienes podemos considerarnos sus admiradores en 2018, David Goyer se acercó a Gaiman mientras estaba ocupado con Buenos presagios, la adaptación de la novela que escribió con el fallecido Terry Pratchett casi al principio de su carrera. Goyer había escrito los guiones de multitud de películas de superhéroes, incluida la trilogía del Caballero Oscuro de Christopher Nolan, y estaba convencido de que The Sandman podría funcionar.

El proceso legal por los derechos de los personajes, música, y muchos detalles, más fue muy rápido, según varias notas en las que Gaiman habla del acuerdo al que llegaron y finalmente se pudo trabajar para que el comic cambiara de formato. 

Dejo el enlace donde se puede ver a Neil Gaiman maravillado y entusiasmado, tal como pasa cuando un sueño se vuelve realidad o cuando se puede jugar con lo que se ha soñado y ver un poco más acerca de cómo se compara el comic con la serie de Netflix. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=TR3uxXaudwI

 

Es importante insistir en que el mundo del comic publicado hace más de un cuarto de siglo es diferente al de la serie, tanto dentro como fuera de lo que llamamos realidad. Podemos empezar mencionando que The Sandman es una serie de historietas escrita por Neil Gaiman e ilustrada por una amplia gama de artistas de variados estilos, limitados hacia arcos argumentales o episodios sueltos, publicada por DC Comics. La serie consistió en 75 números, publicándose el primero en Estados Unidos en enero de 1989, y el último en marzo de 1996. Surge de su propuesta de revivir la serie de DC con el mismo nombre de publicada de 1974 a 1976, escrita por Joe Simon y Michael Fleisher e Ilustrada por Jack Kirby y Ernie Chua.

Neil Gaiman explicó por qué. En una entrevista reciente para Variety (via ComicBook.com) dijo:

 

El propio Sandman comenzó en el Universo DC, el cómic, y luego terminó deambulando por su propio lugar. Su mundo se unió cada vez más a nuestro mundo y se convirtió cada vez menos en un mundo en el que los luchadores contra el crimen disfrazados vuelan y así sucesivamente, lo que significaba que cuando The Sandman terminó, tenía su propia estética, que realmente no era la Universo DC nunca más.

 

Este punto es importante, porque uno de los grandes reclamos a Netflix es haber alterado a John Constantine​, un personaje que aparece en cómics publicados por DC Comics y su línea editorial Vertigo, creado por Alan Moore y el dibujante Stephen Bissette para la serie The Saga of the Swamp Thing en el número 37 (junio de 1985). 

La imagen que esa gente tiene de él pertenece a las sagas de DC comics y Vértigo. También de la película que se estrenó en 2005, en la que Keanu Reeves interpretaba una versión americanizada del personaje. El actor galés Matt Ryan interpretó una versión de Constantine ligeramente más fiel a la original en la serie de televisión Constantine (2014), papel que retomaría en las series Arrow y Legends of Tomorrow.

Lo que insistieron en ignorar es que Neil Gaiman es el autor de Johana Constantine, creada como tributo a Alan Moore, autor de John Constantine. Así que puede hacerle los cambios que quiera, de acuerdo a la historia, y es exactamente lo que hizo. Entre los muchos comentarios que ha publicado en Twitter acerca de la serie, explica algo que quedaría obvio para quien la viera con atención.

No es un John cambiado de género, es su propia persona, es Constantine del mundo de Sandman. Su incidente de Newcastle no fue una copia del de John. (Lady Joanna de 1789 no estaba sucia ni descuidada, a menos que estuviera disfrazada, y se movía en la alta sociedad. Esta se parece a ella).

Esa fue una de las quejas recurrentes. Fue curioso tener que recordarles a esos grandes admiradores que odiaban a la lesbiana el pequeño detalle de que el Constantine masculino también era bisexual. 

Un debate que se extiende ante Deseo y su aspecto andrógino, o Muerte, que no es la chica blanquísima del comic, cuando ella toma el aspecto más amable posible para la persona con la que va a convivir, y tanto Muerte como Sueño con conceptos que cambian. Tal como se ve en el infierno, cuando Morfeo se encuentra con Nada y es el hombre negro que ella recuerda. 

¡Ah! Y el asunto de Lucifer siendo de aspecto femenino (actuado por una mujer) cuando ya había el antecedente del arcángel Gabriel personificado por una actriz en la versión de Constantine protagonizada por Keannu Reeves. 

En casi todas las entrevistas de antes y después de la serie se puede escuchar y leer a Gaiman hablar de la diversidad como una de las cualidades que buscaba reflejar en esa historia.  

Hay demasiados detalles de los que se podría hablar. Como el hecho de que una pesadilla trate de proteger a un niño de la realidad que le quitaría el deseo de vivir, la cual es una historia de la serie que no se ve en el comic, porque había otros destinos para esos personajes cuando fueron creados. Es una de mis historias favoritas de la serie que recomiendo.  

Es importante avisar que Sandman, según admite el propio Gaiman, no se adapta especialmente bien al enfoque característico de Netflix para el lanzamiento de episodios. La temporada está enmarcada en diez historias distintas que se unen para formar un todo mayor, lo que significa que no pueden encajar perfectamente en el modelo estándar de la plataforma diseñado para mantener a los espectadores viendo los episodios seguidos hasta el final de cada temporada (y a veces más), al estilo de un maratón.

Esto es porque se basa en historietas y no en una novela. Los comics no se presentan así a pesar de tener un tema central y esa sensación de que no van al mismo ritmo se intensifica luego de capítulo seis, y queda mucho más claro en el once, que nos regalaron a los admiradores. 

El capítulo adapta un par de relatos que se encuentran en El país de sueños, el tercer volumen de las novelas gráficas: Calliope, donde nos encontramos los temores de muchos escritores, y El sueño de mil gatos, el cual cambia de formato al ser de dibujos animados, en el que podemos encontrar la propia voz de Neil Gaiman en uno de los personajes, el cuervo que guía a una gata siamesa para saber la verdad sobre los gatos y los humanos. 

“Nos esforzamos por hacer que la versión animada de Un sueño de mil gatos fuera lo más fascinante e hipnótica posible, utilizando la magia de las pinturas al óleo reales sobre lienzo”, dijo el director Hisko Hulsing. “Combinamos las pinturas con animación 2D dibujada al estilo clásico, basados en animación 3D realista de gatos para crear un mundo alucinante que se siente aterrizado y soñador al mismo tiempo”.

Todavía hay mucho por explorar del mundo de los sueños que Neil Gaiman creo con Sandman, y es difícil conformarse con esta primera temporada. El enorme problema son los presupuestos, y esta serie es cara por todo lo que se invierte en ella. Aunque, la mera existencia de estos capítulos demuestra que los sueño se pueden hacer realidad. 

 

Título original: The Sandman

Año: 2022

Duración:45 min./ capítulo

País: Estados Unidos

Dirección: Neil Gaiman (Creador), David S. Goyer (Creador), Allan Heinberg (Creador), Jamie Childs, Andrés Baiz, Louise Hooper, Mairzee Almas, Mike Barker, Coralie Fargeat, Hisko Hulsing

Guion: David S. Goyer, Allan Heinberg, Vanessa Benton, Neil Gaiman, ver 11 más

Música: David Buckley

Fotografía: Will Baldy, George Steel, Sam Heasman

Reparto: Tom Sturridge, Gwendoline Christie, Sanjeev Bhaskar, Amid Chaudry, Charles Dance, Boyd Holbrook, Vivienne Acheampong, Kirby Howell-Baptiste, Mason Alexander Park, Donna Preston, Jenna Coleman, Niamh Walsh, Joely Richardson, David Thewlis, Kyo Ra, Stephen Fry, Razane Jammal, Sandra James-Young, Patton Oswalt, Vanesu Samunyai

Productora: Warner Bros. Television, Netflix, DC Comics, DC Entertainment, Phantom Four Films, The Blank Corporation. 

Distribuidora: Netflix

 

 

 

 

Viviana Y. Mendoza Hernández es egresada de la Facultad de Letras de la UACH, es autora de la novela Buscando una vida normal publicada en 2007 por la editorial de la misma universidad, así como algunos textos de sus tiempos como estudiante. Ha participado en diversas actividades de promoción y difusión cultural, así como de lecto-escritura para educación básica. Actualmente colabora (entre otros espacios digitales) en el periódico digital El Devenir de Chihuahua en la sección de cultura y escribe en Estilo Mápula la columna Cine Viv.

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