Te amo Alejandra: un álbum de recuerdos
Por Arelí Chavira
Jesús Chávez Marín presenta en este libro sus mejores crónicas, escritas durante las décadas de 1980 y 1990, que abordan la vida artística, cultural y urbana de la ciudad de Chihuahua.
Es como si abriéramos un álbum de recuerdos, una puerta al pasado. El autor nos regala una serie de imágenes poéticas, quizá melancólicas, de nuestra ciudad y de sus habitantes, que se convertirán en puntos de referencia, para la posteridad, de una época tranquila o por lo menos más apacible que ahora.
El cronista se transforma en un poeta y nos brinda momentos campiranos gracias a su maravillosa habilidad para narrar y su lenguaje libre, grato, mordaz, tan cuidadosamente sencillo que pareciera que es muy fácil escribir.
Los elementos más importantes de estos textos son el gran manejo de las imágenes, la ironía y el humor negro despreocupado y en ocasiones incómodo para quienes les quede el saco; reflejo de su manera cotidiana de charlar; sus pláticas son increíbles y espontáneas crónicas orales.
En Te amo Alejandra, colección de veinte textos, también encontramos momentos de tristeza, abundan la evocación, la nostalgia, la reflexión sobre los recuerdos de la infancia; en otros, felices instantes líricos donde el tono elegíaco envuelve.
Para muestra de lo dicho, un botón: El show de los animales tristes, en donde se describe el otro lado de la cara de un circo: Los elefantes se balanceaban como barcos huérfanos con estoica desesperación de prisioneros que sueñan historias de libertad y llanuras en el mar de su memoria; o Aventuras en la colonia Rosario, que nos regresa en el tiempo a la cotidianidad de una familia de la época de los cincuentas, del chocolate en polvo Milo, los programas de radio como el de Cartas del rancho, de la mueblería Gonther, el llano que rodeaba al Cerro Grande, las aventuras de los niños que aún jugaban en la calle, libres, sin tabletas ni celulares y sin más peligros que caerse y rasparse las rodillas; del ferrocarril y sus máquinas negras de vapor y, por si fuera poco, descubrir y casi saborear los tecomblates que le llevaban a la abuelita Agustina Chumel y Chuy.
Por otra parte, en Chulas fronteras del norte, Jesús Chávez Marín cuenta, con esa ironía de la que hablé al inicio de este escrito, lo sucedido en el Segundo Encuentro Nacional de Escritores de la Frontera: El café es parte del ambiente para estas personas tan cultas y distinguidas que parten plaza en estos encuentros. También el público es típico; uniformados de mezclilla, los culturitos no perdonan coctel, congreso, conferencia o película de arte. Abundan los costalitos de manta colgando en el hombro, los libros anidando bajo el brazo sus vagos sueños, los lentes de fondo de botella, las barbas largas (¿ideas cortas?).
Por último, en medio de estas crónicas, como huracán después del que nada será igual, irrumpe la diva que da inspiración al nombre a este libro, Alejandra: Hoy Alejandra documenta nuestra vida de mexicanos en 1991 con sus canciones, Las rubias de la televisión quedaron eclipsadas por un buen rato desde que Alejandra decidió regalarnos su sabiduría de bailarina y su voz de tormentas gozosas, y llenó de gracia los gastados foros de todos esos lugares comunes del show.
Te amo Alejandra una rara avis, como dijera el maestro Leonardo Meza, junto con Aventuras de coctel, son obras imprescindibles de la literatura chihuahuense, ya que sus páginas guardan el pasado y el futuro. Por ello las recomiendo y en esta ocasión, les invito a adquirir y leer Te amo Alejandra acompañados de una aromática taza de café o si ustedes prefieren un vaso de whisky.
Arelí Chavira es licenciada en letras españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua con maestría en University of New Mexico in Las Cruces. Tiene publicados los libros de relatos Mudanza de Jazmín, publicado por el Instituto Chihuahuense de la Cultura en 2015, Lo que nos unió, publicado por Onomatopeya Editorial, Cuatro habitaciones de Mariana, publicado por el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, y Zona de amigos, publicado por la UACH. Actualmente es profesora de literatura en la Universidad Tec Milenio, donde además coordina un taller literario.